José María Arredondo, decano que impulsó la psicología
El pasado junio perdimos, a los 67 años, a un gran amigo y compañero, un hombre íntegro, comprometido con múltiples facetas de la vida. José María Arredondo se volcó en la defensa de una Universidad pública de calidad, lo que le llevó a participar en las tareas de gestión y dirección universitaria, como decano de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, de 1985 a 1997, y como director del departamento de Metodología de las Ciencias del Comportamiento, entre 1998 y 2007.
En este largo periodo, su disponibilidad, eficacia y lealtad institucional han sido reconocidas por todos los que compartieron con él las tareas de gestión, que desempeñó con dedicación absoluta y sin concesiones al desánimo.
Fue pionero en incorporar la asignatura de proceso de datos
Como decano buscó la participación de todas las corrientes de opinión, transformando el día a día universitario en un ámbito de consenso y convivencia, donde las tareas docentes e investigadoras se desarrollasen en un clima propicio y de serenidad. Su esfuerzo entusiasta dio como resultado que, al terminar su gestión, la joven Facultad de Psicología, escasa en recursos, contase con dotaciones de nuevas plazas de profesorado, nuevos espacios para la docencia y laboratorios para la investigación. Su visión de futuro le llevó a poner en marcha las prácticas externas de los alumnos como asignatura obligatoria. A su empeño personal se debe la existencia de la Unidad Clínica de Psicología y de la revista The Spanish Journal of Psychology.
Su hondo compromiso con la transformación social llevó a la Facultad de Psicología, junto a la de la Universidad Autónoma, a establecer programas docentes de cooperación al desarrollo en Nicaragua y El Salvador.
Como profesor fue pionero en incorporar, en los años ochenta, la asignatura de proceso de datos en los planes de estudios de psicología (sus alumnos aún le recuerdan con los paquetes de fichas perforadas en aquella época primitiva de la informática). Fue un gran docente, era habitual verle rodeado de antiguos alumnos que le manifestaban su admiración y cariño. Dirigió y asesoró muchas tesis doctorales sobre diseño y análisis de datos, e investigaciones en diversos campos de la psicología. Sobre todo, respecto a inteligencia técnica, intereses de la juventud, mejora de la calidad docente y discriminación laboral femenina.
La acción sindical, durante su vida universitaria, fue otro de sus compromisos con la sociedad. Como en todo, se implicó a fondo desde los cargos ejecutivos en la dignificación de las condiciones de trabajo, el reconocimiento social de la tarea docente e investigadora y la mejora de la formación universitaria cuando era muy difícil conciliar los términos sindicalismo y universidad. El respeto y el reconocimiento que él concitaba fueron un aval valiosísimo para la acción sindical en el ámbito universitario.
Sus cualidades y humanidad iban más allá, pero ni el espacio ni el momento permiten atender a todas sus dimensiones. Su ejercicio de seducción no hacía distinción de rango, de ahí la universalidad en el reconocimiento de su gran empatía -como colega, jefe o amigo-. Sin duda, ha sido un ser singular y así pervivirá en nuestro recuerdo. Si como universitario fue respetado por todos, como compañero y amigo fue querido por todos. Los que hemos tenido el privilegio de disfrutar de su amistad, aunque sintamos el inmenso vacío de su pérdida, recordaremos su amplia sonrisa jovial y contagiosa, su voz cálida, su optimismo, su fina ironía, su inteligencia intuitiva -a la que no se le escapaba nada esencial- siempre en lo positivo y sin ápice de acritud. Y, especialmente, su modo ejemplar de afrontar la enfermedad, con la intención de ahorrar sufrimiento a su familia y amigos. José María, buen amigo: gracias por tu ejemplo y tu vida.
Entre otros muchos amigos y colegas, firman este obituario: Carlos Berzosa, rector de la UCM; Carlos Andradas, vicerrector de Política Académica y Profesorado de la UCM; Carlos Gallego, decano de la Facultad de Psicología de la UCM; Arturo Romero, catedrático y ex vicerrector de la UCM; María Jesús González, profesora titular jubilada de la UCM; Juan Francisco García Casanova, catedrático de la Universidad de Granada, y José Manuel García Vázquez, director del gabinete del rector de la UCM.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.