'Casting' para el Tribunal Constitucional

Por primera vez, 20 juristas se sometieron ayer a un examen público para optar a cuatro plazas en el Tribunal Constitucional, las que ahora ocupan otros tantos magistrados cuyos mandatos caducaron hace casi tres años. El inédito casting, consecuencia de que por primera vez se hace sin acuerdo previo sobre los nombramientos, tuvo lugar ayer por la tarde en el Senado. Comparecieron 16 hombres y 4 mujeres entre jueces, abogados y catedráticos, propuestos por 15 comunidades autónomas. El comité examinador era la Comisión de Nombramientos, compuesta por los seis portavoces y el presidente de la Cámara alta, Javier Rojo. No estaba Enrique López, propuesto por el PP en cinco comunidades. López fue rechazado al principio del procedimiento, junto con otro candidato del PSOE, por no cumplir los requisitos que marca la Constitución para optar al cargo.

De la lista de 20 (dos renunciaron) destacaba Francisco José Hernando, el ex presidente del Tribunal Supremo. Es el único al que apoya el PP. Muy significado con las tesis de ese partido, especialmente contra el Estatuto de Cataluña, fue el único al que preguntaron algo. "¿Tendrá presente que será nombrado por la cámara de representación territorial?", le preguntó Carles Bonet (ERC), portavoz de Entesa Catalana. "Si soy elegido, sé que será por la voluntad del pueblo español. Tenga la seguridad absoluta de que no tengo ningún prejuicio contra las territorialidades de España y los principios de esas territorialidades", respondió.

Los portavoces podían hacer preguntas a los candidatos, al igual que en EE UU, donde congresistas y senadores eligen a los jueces de su Tribunal Supremo tras un examen que suele incluir cuestiones sobre creencias personales. Ayer, en el Senado español, no lo hicieron. La portavoz socialista, Carmela Silva, no se atrevió a preguntar a ningún candidato su opinión sobre la ley de matrimonio homosexual, sobre la que quizá deban decidir algunos de los que ayer comparecieron.

La razón la conocían los propios candidatos, los más conscientes de que más que sus largos currículos, ayer pesaba la política. "Yo creo que un 50% es la experiencia, y un 50% lo otro", comentó en los pasillos uno de los favoritos. Todos los portavoces se deshicieron en elogios a los candidatos. Todos eran "idóneos" o "más que idóneos", pero la elección de los cuatro nombres sigue parada.

El PP solo tiene un candidato vivo y aún no se sabe quién será el otro ni qué fórmula se utilizará para añadirlo a la lista. El PSOE queda ahora a la espera de los populares. "Zapatero ha dicho que va a ser muy exigente con los candidatos del PP, pues nosotros más", aseguró Pío García-Escudero (PP). Tras tres años de retraso, Rojo aunció que los portavoces se han dado de plazo para decidir los nombres hasta el pleno del 7 de septiembre. Anoche, Silva declaró que están "más cerca" del acuerdo, pero los grupos no tenían claro si la propuesta que salga en septiembre debe ser sobre estos 20 nombres o sobre otros.