El PSOE de Almería incuba una nueva crisis con varios sectores enfrentados
Uno de los grupos críticos ha reunido en un acto a 100 personas
Las divisiones en el PSOE de Almería son manifiestas. A los tradicionales sectores renovador y guerrista, críticos con la dirección provincial, se suma un nuevo grupo que podría denominarse hipercrítico. Esta vía está impulsada por personas convencidas de que una parte de la maquinaria de la dirección provincial está atrofiada. La cuestión estriba en identificar la pieza y quién la maneja.
Este grupo no se oculta y, menos, en el último mes, cuando han celebrado reuniones semanales. La primera tuvo lugar en Tabernas con una aceptable entrada y la segunda en Alhama, donde se dieron cita alrededor de 100 personas. Allí, según asistentes consultados por este periódico, se abordó el trabajo de la dirección provincial, coincidiendo en que, sin eufemismos, es malo.
Organizados en turnos de palabra y micrófono inalámbrico en mano, los que quisieron trasladaron públicamente su preocupación por la situación del partido y la necesidad de elaborar un plan estratégico, además de primarias en la elección de candidatos, cuestiones que van más allá de un simple intercambio de pareceres y que se pondrán sobre la mesa el próximo día 17 en la celebración del comité federal.
En los encuentros han participado dirigentes en activo y ex cargos públicos de relevancia, otrora delegados provinciales y alcaldes. Estas reuniones "entre amigos" no han dejado impasible a la dirección provincial, que ha enviado mensajes al móvil de muchos asistentes indicando que la cita "no está avalada por la dirección provincial ni regional". El secretario del PSOE de Almería, Diego Asensio, quita hierro al asunto. "Yo lo que sé es que hay gente que se va a comer y que habla de política, fútbol y de otras cosas. Hay unos órganos en este partido y en ellos no se manifiesta nada que no sea la preocupación por salir de la crisis", trasladó Asensio.
La situación de crisis interna del PSOE no es nueva. En la capital siempre han existido tensiones desde las últimas elecciones municipales con la candidatura de José Antonio Amate, actual portavoz municipal en Almería. El partido le pidió que abandonara la presidencia de la Autoridad Portuaria para ser cabeza de cartel en las municipales. Confeccionó su propia lista y amenazó con abandonar la empresa si se le imponían ciertos nombres, lo que, con el tiempo, se volvió en su contra al sufrir una amenaza de moción de censura para situar al mando del grupo municipal al empresario Antonio Cantón.
Las aguas regresaron a su cauce y después de un año de calma tensa el pasado junio volvió a destaparse la caja de los truenos. Cantón, que no milita en el PSOE, se postulaba como alcaldable en 2011. Amate abortó este plan con unas declaraciones sobre la conveniencia de contar con un militante como cabeza de lista que no tuviera otros quehaceres que los de servir a su partido y a la función pública, en alusión a los negocios de Cantón. Ante esta andanada, Cantón ha optado por la retirada y ha renunciado a su acta de concejal.
Otra cuestión que planea es la renovación de cargos en Almería después de que José Antonio Griñán sustituyera a Manuel Chaves en la presidencia de la Junta y en la dirección del PSOE andaluz. El equipo de Chaves mantenía una buena relación con la dirección provincial almeriense, heredera de la línea del ex consejero de Innovación Martín Soler, que fue relevado por Griñán en la última crisis de gobierno.
En las delegaciones se produjeron movimientos, pero los principales están por llegar. "Cada martes puede haber cambios porque se reúne el Consejo de Gobierno de la Junta. Hay 52 martes al año para cambiar personas", dice Diego Asensio.
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