'Soul' significa alma

En los noventa Erykah Badu vendió millones de álbumes y cuando se pronunciaba su nombre se hacía el silencio. No era una simple cantante de aquello que se llamó nu-soul, sino algo mucho más valioso. Una artista que parecía estar un palmo por encima de las demás, una Billie Holiday del siglo XXI. Lo único que falló fue que no estaba dispuesta a convertirse en carne de famosa. Concienciada y militante, no sirve para ser Beyoncé. No se pliega a las exigencias de la industria para estar siempre en boga. Su ritmo discográfico lo demuestra. Debutó en 1997 y en el 2000 publicó su segundo disco. Hubo que esperar hasta 2003 para el tercero. Y entonces el silencio. Cinco largos años -aunque nunca dejó de tocar en directo- hasta que en 2008 publicó New Amerykah part one (4th World War). Una obra política y furiosa que se convirtió en una grabación fundamental. En marzo tuvo su continuación con New Amerykah part two: return of the Ankh's, que empezó con escándalo. En el videoclip del primer sencillo, Windows SEAT, se paseaba desnuda por la plaza de Dallas -la ciudad en la que nació en 1971- donde fue asesinado Kennedy. El 17 de julio actúa en el escenario Puerta del Ángel, dentro de los Veranos de la Villa.