Red Bull arde por dentro
El equipo le quita a Webber un nuevo alerón y se lo da a Vettel, que logra su quinta 'pole' por delante de su compañero y de Alonso
No es oro todo lo que reluce. La superioridad del equipo Red Bull en la pista no logra esconder la grieta cada vez más abierta que existe entre sus dos pilotos, Sebastian Vettel y Mark Webber. La última muestra de ello se dio ayer, cuando el equipo decidió, unilateralmente, quitar un alerón nuevo del coche del australiano para colocarlo en el del alemán, que lo había destrozado -en uno de los baches del circuito- durante la sesión libre de la mañana. Eso no impidió que Vettel y Webber coparan por este orden la primera línea de la parrilla de salida del Gran Premio de Gran Bretaña (la carrera hoy a las 14.00, La Sexta y autonómicas), seguidos por el Ferrari de Fernando Alonso, a ocho décimas de Vettel, y el McLaren de Lewis Hamilton.
"Hay momentos en los que deben tomarse decisiones", dice Christian Horner
Sin embargo, el incidente dejó huellas. La cara de Webber no engañaba en la conferencia de prensa y sus respuestas con monosílabos, tampoco. "El equipo debe estar contento con el resultado de hoy", respondió cuando le preguntaron qué sentía tras la decisión de Christian Horner, el director de la escudería, de favorecer a Vettel. "Desde fuera hay muchas cosas internas que pueden entenderse mal", agregó el piloto alemán. "Sabemos lo que hacemos". Pero a Webber tal vez le cueste entender por qué. Y es que, después del accidente que sufrieron los dos en Turquía cuando Vettel intentó adelantar a Webber por el liderato y acabó fuera de la carrera, el equipo parece haber tomado partido: Vettel es su primer piloto.
"No es cierto", comentó Horner para intentar apagar el incendio. "Los dos saben que no hay favoritismos. Pero hay momentos en los que deben tomarse decisiones, aunque no nos gusten". El equipo había instalado por la mañana una nueva versión del alerón delantero en sus dos coches, pero no había recambios. Así que cuando el de Vettel se rompió, solo quedaba el de Webber. Y Horner decidió desmontarlo y colocarlo en el coche del germano, dejando al australiano con la vieja versión. "Tomé la decisión en base a la posición que ocupa cada piloto en el Mundial
[Vettel es tercero por delante de Webber], lo que habían logrado en la tercera tanda de libres y las sensaciones que habían mostrado el fin de semana sobre el alerón", explicó Horner. "Al fin y al cabo no hubo tanta diferencia. Y estoy contento de copar la primera línea en esta carrera".
Los Red Bull se mostraron intratables y sacaron a relucir su superioridad en la vuelta definitiva, la que estableció sus mejores tiempos, gracias al dispositivo que les permite mantener el motor a pleno régimen aunque no pisen el acelerador, para provocar la salida de más gases hacia el difusor y mejorar la fuerza aerodinámica. Contra eso, Alonso se muestra impotente. "No podía alcanzarles", señaló el asturiano. "Pero tenemos muchas opciones de podio". Y quien sabe si de más. Porque Webber no saldrá rendido frente a Vettel y lo que pueda ocurrir en las primeras curvas es una auténtica incógnita.
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