"A veces los sueños se cumplen"
Iker Casillas habla rápido. Son casi las diez de la noche y hace frío en la puerta de la residencia de la selección en la North-West University de Potchefstroom. El capitán de la selección parece que atrapa las preguntas y devuelve respuestas como en el campo caza una pelota y se la da a Capdevila para empezar la contra. Por el brazalete, o por lo que se quisiera pensar, del capitán se murmuró cuando España perdió contra Suiza; tiró del equipo como líder que es y hasta paró un penalti, contra Paraguay, que devolvió a España al Mundial. Lleva sin tocar una Copa desde Viena. Hoy juega la final. El viernes, Iker Casillas, de 29 años, pensaba esto del partido de su vida...
Pregunta. ¿Qué pesa más, la responsabilidad, el deseo...?
"España suena ahora como antes Alemania, Italia... que competían y ganaban siempre"
"La selección tiene aroma propio, huele a España, no a Barça. Son diferentes"
Respuesta. Estamos en la final y eso genera ilusión. Desde que empezamos fue un reto y esa ilusión nos llevó. Desde la clasificación pensamos en hacer algo grande, nos movió esa ilusión.
P. Pero de ilusión no se vive, habrá algo más. ¿No?
R. Hombre, pues que nos la quiten ya, porque mire donde hemos llegado. En un Mundial nunca habíamos pasado de cuartos. Se trataba otra vez de mentalizarse y cambiar el chip y demostrar que lo que pasó en la Eurocopa no era una casualidad.
P. Ha quedado claro. ¿Estamos entonces ante la mejor generación del futbol español?
R. Sin ninguna duda. No ha habido nunca una selección que haya conseguido lo que ha conseguido esta. Campeona de Europa en Austria y finalista aquí quiere decir algo.
P. ¿Qué tiene este equipo que no tuviera el que fue campeón en Austria?
R. Que se ha quitado miedos, tapujos, la presión ahora juega de una manera más liviana. Con Xavi hablamos el otro día: antes jugábamos un España-Portugal y si el árbitro tenía una duda, tiraba más por el lado portugués que por el español. Ahora no es que tire, pero cuando España comparece en los partidos todo el mundo sabe qué intentará hacer en el campo y se ha ganado el respeto, eso se nota. España suena ahora como antes Alemania, Italia... selecciones que competían siempre, que ganaban.
P. ¿Se imagina como están los niños en España?
R. La suerte que tienen muchos españoles, sobre todo los niños, es de vivir este momento y ver que España es, de verdad, una de las dos mejores selecciones del mundo. Eso no había pasado nunca. Unos crecieron envidiando a Alemania, otros a Brasil, y ahora resulta que hay una generación de niños que está viendo a España en la final. Eso me parece tremendamente importante y gratificante.
P. Comporta el riesgo de conformarse. Es muy probable que ganen o pierdan, tengan un recibimiento multitudinario en Madrid. Parece que perder no sea un drama, que el éxito sea jugar esa final.
R. Ahora. Pero para que la gente te recuerde dentro de cincuenta años hay que ganar el partido. Al segundo se le recuerda menos que al tercero. Ya que estamos aquí, vamos a ganar.
P. Dijo Piqué: "He venido a ganar. Si no gano, me iré derrotado igual en octavos o en la final". Le llamaron chulito...
R. Es que ese era el objetivo: Llegar al último partido y ganarlo. Si te vas derrotado esa sensación es muy desagradable. Así que hay que jugar el partido. Sabemos que es muy complicado ganarlo, que podemos jugar de maravilla y en una jugada aislada, en una tontería o un resbalón, se te va el partido.
P. Por estilo, parece que España juegue más a la holandesa que la propia Holanda...
R. Holanda ha mantenido un estilo todo el Mundial, o sea que juega como Holanda. Nosotros llevamos cuatro años intentando ser lo que somos, lo que creo que hemos conseguido ser. Somos España, reconocibles.
P. Pero esta selección huele a Barça.
R. No, es la selección y huele a selección. Tiene aroma propio, huele a España. La selección ganó la Eurocopa jugando más o menos como ahora y el Barça no había ganado nada. Son dos equipos muy diferentes.
P. ¿Qué le ha dado Del Bosque a este equipo?
R. Continuidad y una pincelada.
P. Usted empezó el Mundial con una jugada extraña.
R. ¿Cuál?
P. La del gol de Suiza.
R. Mala suerte, dos rebotes y gol. Es lo que le decía antes, en un resbalón se nos puede ir la final, hay que estar muy concentrados.
P. ¿Por qué se tira con los pies por delante?
R. Intuición, no sé, no me lo he planteado. Te pasan por el cerebro ideas y usas la que más te convence.
P. Supongo que si le pido que escoja una jugada del Mundial, me dirá que se queda con el penalti parado a Paraguay.
R. Yo creo que el momento más importante de este Mundial para mí fue ganar a Honduras y a Chile, levantarte después de un golpe que nos tumbó.
P. Pero usted metió a España en el Mundial otra vez parando ese penalti...
R. Eso nunca se sabrá. Igual se echan atrás y le damos la vuelta al resultado... Mejor haberlo parado, pero no creo que a esta final hayamos llegado por esa acción. Hemos llegado porque desde las seis de la tarde del día de Chile ya teníamos ganas de jugar el siguiente partido.
P. Y antes de jugar contra Chile, en la reunión del club de críquet, cuando se conjuraron para no dejar pasar la oportunidad...
R. Imagino que como nosotros pensaban todas las selecciones. Sabíamos que debíamos aprovechar el momento por esta generación, por estos jugadores. Más teniendo en cuenta que veníamos de ganar una Eurocopa... están los mejores. Sabíamos que había que aprovechar esta oportunidad. No la podíamos dejar escapar para hacer algo grande en este Mundial.
P. ¿Se ha sentido cómodo a nivel personal en el Mundial?
R. Sí, muy cómodo.
P. ¿Y en la portería? La sensación es que cada vez interviene menos.
R. Es de lo que se trata, es el objetivo principal de este equipo, que yo no trabaje. Una de las máximas es dejar la portería a cero. Pero no solo la defensa; es un trabajo común. Muchas veces se la elogia cuando llevamos tres partidos sin encajar un gol y se la critica cuando encaja tres de manera injusta. Aquí todos defienden: Villa, Busi, Xabi, todos colaboran. Si tan solo nos han marcado dos goles es por algo.
P. Por la manera de jugar que tiene España, a menudo, fuerza a que usted se convierta en el primer atacante antes que en el último defensa. Eso no sucede en su club. ¿Le ha supuesto algún problema?
R. ¿Jugar con los pies? No, en absoluto. En el mundo del fútbol actual el portero tiene que aclimatarse al resto de los jugadores. No son solo manos, es un poco de todo. Al final lo que interesa es que la pelota no entre, eso es lo principal. Pero no me cuesta jugar con los pies. Llevo tiempo jugando a fútbol, de pequeño jugaba de delantero muchas veces con mis amigos.
P. Y soñaba con una final España-Holanda en un Mundial...
R. Cuando era niño las finales eran cosa de otros países, nos pillaba muy lejos. Eran para Alemania, Brasil, Italia. Pero aquí estamos, al final el fútbol español lo ha conseguido. A veces los sueños se cumplen.
P. A usted con relativa facilidad. ¿Se considera un afortunado?
R. Por supuesto, desde el día que empecé a jugar a fútbol, y sobre todo, desde el día que entré en el Real Madrid. Lo tengo muy claro, soy un privilegiado. Pero también las cosas te llegan porque trabajas, porque te esfuerzas. Pero yo he tenido fortuna, debo aceptarlo. No está mal reconocerlo. Ha habido momentos que por la desgracia de un compañero yo he tenido suerte.
P. De usted dicen que es puro talento.
R. Todos somos puro talento. Todos los que estamos aquí tenemos talento.
P. ¿Qué le gustaría mejorar?
R. A los 29 años ya poco puedes mejorar, simplemente la cabeza. La cabeza tiene que estar ahí. A veces, cuando el cuerpo no funciona, influye para que reacciones. Tengo una mentalidad muy fuerte, de siempre.
P. Xavi le señala como la imagen de un verdadero ganador.
R. Es que yo me iba a casa enfadado cuando perdía a las chapas.
P. Pues ya me explicará como lleva lo del Madrid...
R. No concibo estar un año sin un título. Uno al año es lo mínimo que debe hacer el Madrid; la Copa, la Liga, la Copa de Europa...
P. ¿Le afectó mentalmente haberse quedado en blanco por segundo año?
R. Hombre, cuesta, vienes de estar en un club muy grande y dos años sin un título... Es un palo y vienes dolido. Pero por otra parte piensas que si ganas siete partidos eres campeón del mundo y puedes ganar lo que no has conseguido en diez meses.
P. ¿Qué espera de Holanda?
R. Es finalista porque se ha ganado el derecho a serlo. Holanda llega avisando: 'Eh, hemos ganado a Brasil'. Para Holanda es la tercera final de su historia. Es una selección fuerte. Si consigues ponerte por delante en el marcador, se nos hará lento el partido y si marcan ellos, muy rápido.
P. El sueño de un portero, cuando es niño, es hacer la parada que dé un Mundial, en un penalti...
R. Déjese. Prefiero que España gane. Y si hay que sufrir, sufriremos, pero cuanto menos protagonista sea el portero en la final, mejor.
P. El peligro parece personificarlo Robben. ¿Cómo le pega al balón?
R. Bien.
P. Si, claro...
R. Le pega bien, le conozco mucho. Le gusta pegar a los dos palos, al corto o a largo. Es un jugador que tiene mucha rapidez, que ha venido muy fresco y ha estado lesionado, casi dos meses parado. Eso un jugador lo nota.
P. ¿Con qué porteros se queda de este Mundial?
R. El nigeriano. Me gustó mucho. No sé el nombre [Enyeama], pero es muy rápido. Y en la segunda fase Stekelenburg y Neuer han sido los mejores.
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