"Jamás le habría perdonado"

El congoleño Miwa Buene, de 45 años, entró sonriente en el salón de la residencia para enfermos de lesiones medulares de Vallecas en la que vive. Muy delgado, no paró de agradecer durante la rueda de prensa el fallo de la Audiencia Provincial. "Es un mensaje muy claro para que no vuelvan a pasar estas cosas. La pena por la agresión que he sufrido debe ser una lección para otros que piensen hacer algo parecido", declaró con tono serio.

Buene reconoció que esperaba que su agresor, Roberto Alonso de la Varga, le hubiera pedido perdón durante el juicio. "Jamás se lo habría concedido. Al no pedírmelo, es su forma de negar que haya hecho algo", explicó.

El congoleño recibió la noticia el miércoles por la tarde. Estaba durmiendo y su mujer no se lo contó hasta que despertó. "Tenía miedo de lo que pudiera pasar, pero al decirme que tenía que estar 10 años en la cárcel me alegré mucho. La sentencia está en los límites de las penas que estábamos pidiendo", añadió. Junto a él estaba el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, que anunció que recurrirán el fallo ante el Tribunal Supremo. "La sentencia muestra la sensibilidad de los jueces. Miwa jamás ha planteado el ojo por ojo, como la ley del talión, o venganza. Solo buscábamos justicia, que se supiera la verdad y que se reparara el mal causado. Esta sentencia supone un gran avance en la lucha contra la intolerancia racista", explicó Ibarra. La única que se mostró triste era Mireia, la esposa de Miwa: "No tengo ni ánimo, porque esto ha cambiado mucho mi vida".