Malkovich está dolido
"Mi caché es de 12.000 euros, no soy una estrella del pop", afirma el actor, molesto con la polémica en Tarragona
La controversia sobre la cantidad que el Ayuntamiento de Tarragona desembolsó para que John Malkovich actuara en la ciudad el pasado mayo ha llegado a oídos del artista estadounidense. "Y casi sufro un desmayo", explica el artista al otro lado del teléfono. "Solo soy actor, no una estrella de pop. Mi caché es de 12.000 euros por función", aclara desde San Petersburgo, donde este domingo representará la misma obra que disparó la polémica en Tarragona: The Infernal Comedy, una especie de ópera teatral contratada por el Ayuntamiento catalán para conmemorar el centenario del teatro Metropol y cuyas dos representaciones costaron un total de 230.000 euros del erario público. Malkovich apenas percibirá el 10% de esa cantidad, unos 24.000 euros. "Es terrible que me otorguen una reputación en la que parezca que no voy a levantarme de la cama por menos de 250.000 dólares", ironiza. "No soy tan terrible. Es duro que la gente difunda esa concepción errónea sobre mí", detalla.
La cifra gastada por el Ayuntamiento sirvió para que la oposición cargara contra el equipo de gobierno. Concejales de CiU y PP incluso rechazaron las invitaciones para ver la obra y se alzaron voces contra el "elevado caché de John Malkovich", extremo que ha dolido al actor. "El país se halla en plena crisis económica y me pintan como si yo solo pudiera hacer quebrar al Banco de España", protesta. El Ayuntamiento confirmó ayer que en el coste de la obra se refiere a todo el montaje, que incluye a una treintena de personas entre músicos, actores y cantantes, sin desglosar el dinero que percibe Malkovich.
Pero el disgusto no enturbiará la privilegiada relación de Malkovich con el país. Desde San Petersburgo el actor siguió ensimismado la "espléndida victoria" de la selección española frente a Alemania. "Les deseo lo mejor en lo que queda de Mundial", asegura cargado de buenos recuerdos. "Esos días en Tarragona fui feliz como un payaso. Lo di todo en las funciones, visité las geniales obras de Jujol...", recuerda. La visita le sirvió para preparar sus futuros proyectos sobre el arquitecto tarraconense, al que admira. "Espero regresar pronto", confía. "Y que nadie me vea como una simple estrella que solo aspira a recaudar dinero".
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