Industria avisa de que Zallobenta sólo puede funcionar para su restauración
Dice que estará "vigilante" con la actividad de la cantera tras el cierre ordenado
El Departamento de Industria mantendrá una actitud "vigilante" con la cantera de Zalloventa, cuyo cierre ha ordenado, y advierte de que la actividad en la explotación debe limitarse a los trabajos para garantizar la restauración. La instalación ha seguido su actividad, lo que es calificado de "factible" por Industria, siempre que sea para la regeneración de la cantera, como obliga la ley.
El Gobierno comunicó el pasado jueves a los dueños de Canteras y Hormigones Zalloventa, ubicada en Mañaria en el límite del parque natural de Urkiola, la "inmediata paralización de la actividad extractiva". Ejecutaba así la sentencia firme del Tribunal Supremo, del pasado junio, y que cerraba 12 años de litigios, que declaraba ilegal las autorizaciones concedidas por los anteriores equipos de Industria, dirigidos por el PNV, por afectar al parque de Urkiola.
Los vecinos que han ganado el pleito alaban la "valentía" del Gobierno
La actividad en Zallobenta ha proseguido en los dos últimos días laborables, algo que no contraviene la orden de Industria siempre que sea para la regeneración de la cantera. Desde 2000, un decreto del Gobierno obliga a los empresas a acometer proyectos de restauración de las canteras al tiempo que los de explotación, con el propósito de asegurar la regeneración ambiental una vez que dejen de funcionar. La norma incluye un aval, que en el caso de Zalloventa es el máximo impuesto a una cantera en Euskadi, con 1,6 millones de euros.
"La actividad solo debe estar enfocada al abandono", dijeron fuentes de la consejería, que calculan que los trabajos para la regeneración se mantendrán "un máximo de tres años". Antes de un mes, la empresa debe presentar al Departamento de Bernabé Unda un plan de abandono y desmantelamiento de las instalaciones, que debe ser aprobado.
Los vecinos de Mañaria, cuya denuncia ha llevado a la clausura de la explotación, han asegurado que el pasado miércoles hubo una voladura importante. Industria señala que puede haber "más voladuras" pero, insiste, únicamente para acondicionar el frente de la cantera para su restauración.
La decisión del Ejecutivo fue aplaudida por los vecinos que se han opuesto a Zallobenta. "El Gobierno ha sido valiente, a diferencia de lo que se ha hecho hasta ahora. Ha sido un avance positivo", aseguraron sus portavoces. Recalcaron que el cierre supone "el respeto no sólo al parque natural sino a todo un pueblo, que ha realizado un trabajo durante muchos años".
Zallobenta ha estado inmersa desde 1998 en pleitos judiciales, inicialmente por denuncias entre sus socios, que llevaron a la primera anulación de los permisos en 2001 por parte del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, un fallo confirmado por el Supremo en 2005. Pero, al prever que los tribunales tomarían decisiones contrarias, en 2003 Canteras y Hormigones Zalloventa pidió otro permiso de explotación (el llamado Sección C), que fue aprobado por el entonces equipo de Industria en 2004. En la zona hábil para explotar, autorizada entonces, estaba la superficie que precisamente había sido declarado ilegal por los tribunales en 2001 y 2005. De nuevo, en 2007 el Superior volvió a anular esta segunda autorización, fallo confirmado ahora por el Supremo.
Zallobenta, con una producción anual de 113.000 toneladas, se ha visto acorralada también por las instituciones vascas en los últimos años. Las Juntas Generales de Vizcaya pidieron en 2007, por unanimidad, su cierre inmediato y la paralización de la actividad. El Parlamento también adoptó en 2008 un acuerdo de cierre solamente con el rechazo de PNV y EA. La actividad de la cantera ha provocado un gran rechazo social entre los vecinos de la comarca del Duranguesado, que presentaron la última denuncia judicial y han denunciado que "con subterfugios legales ha estado trabajando más de 12 años", en los que ha extraido entre tres y cuatro millones de piedra caliza de la peña Eskubaratz, dentro del parque de Urkiola.
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