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Reportaje:

El convulso siglo XIX en el escenario

'Paseo romántico' reúne en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares a Blanca Portillo, Marcial Álvarez, Ginés García Millán e Israel Elejalde

Es un brillante experimento, a la manera de un collage, en el que encontramos teatro, poesía, historia, literatura... Y todo es excepcional, menos el título, Paseo romántico, que puede confundir y confunde al público que asista a este espectáculo, o pequeña joya escénica, que se estrenó anoche en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares -clausurando el festival Clásicos en Alcalá- donde permanecerá hasta mañana. Cinco actores a los que en España se consideran primeros espadas: Blanca Portillo, Marcial Álvarez, Israel Elejalde y Ginés García Millán. Este último alterna su papel con José Coronado, quien estará en las próximas representaciones del Festival de Teatro de Almagro (23, 24 y 25 de julio) y Alicante (29 de julio). Viéndoles en el escenario se percibe con claridad que les ha entusiasmado este proyecto, para el que han hecho un hueco en sus apretadas y solicitadas agendas laborales acudiendo a la llamada del productor Andrea D'Odorico, hombre venerado por las gentes del teatro por sus trabajos como escenógrafo y su vasta cultura escénica.

En la obra se mezcla prosa, costumbrismo, poesía y música
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La dirección de Laila Ripoll, una de las voces más sólidas del teatro emergente español, acostumbrada a lidiar con textos terriblemente contemporáneos y con difíciles clásicos, se ha sustentado en la selección, adaptación y dramatización de textos realizada por Juan Carlos Plaza-Asperilla, quien lleva años investigando y buceando en los más diferentes productos literarios del convulso siglo XIX español. De ahí ha extraído textos bien diferentes, vibrantes, antimonárquicos, amorosos, históricos, periodísticos... de Larra, Mesonero Romanos, Cánovas del Castillo, Duque de Rivas, Zorrilla, Espronceda, Rosalía de Castro, Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio de Trueba y Bonaventura Carles Aribau. "El Romanticismo en España no se conoce, quizá porque existe una larga tradición española de no querer conocer nada de lo nuestro, claro que eso a veces se ha convertido en una virtud para poder ir hacia delante, porque ha hecho olvidarnos de guerras civiles y tantos descalabros", dice Plaza-Asperilla, que desde el principio quiso plantear con este montaje un fresco de todo el Romanticismo, con el que se pueda ver que todo lo que en España se es en los siglos XX y XXI viene de ese periodo: "Ese enfrentamiento entre absolutistas y liberarles, entre izquierdas y derechas, con las autonomías... No hay más que ver los textos de Rosalía o Aribau. Todo está ahí: si fuéramos listos, con solo mirar atrás sabríamos qué somos", señala Plaza-Asperilla, quien sostiene que la propia estructura de la obra también es muy romántica. La pieza nació en el festival Clásicos en Alcalá hace cuatro ediciones y, dado que apenas pudo verse, ahora ha sido recuperada.

Y es cierto. Como en el Romanticismo, en ella se mezcla prosa, costumbrismo y poesía con una rica mezcla de estilos como hacían los románticos, incluida la música aquí interpretada por Marcos León. "Sin pretender ser didáctica en la obra hay periodismo, teatro, crónica epistolaria, poesía y es cierto que son textos muy antimonárquicos, pero es lo que hay", comenta de este espectáculo en el que se hace dialogar a Bécquer con Rosalía de Castro, aunque no ocurrió en la realidad.

Los actores confiesan haberse enganchado a este carro "por la calidad de los textos, que van a provocar interés para ser leídos y con los que podemos abordar un alto grado de representación, aunque sea una lectura", señala Elejalde. Portillo asiente y añade: "Vemos cómo se ejercía el poder y cómo el pueblo siempre es el perjudicado de todas las guerras, y no hablo solo de las armamentísticas".

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"A mí me encanta cómo se trasluce el fondo político y ver todo lo que había debajo de esa sociedad y de esa monarquía", apunta Álvarez mirando a García Millán, quien no oculta estar subyugado por el poder de la palabra: "Todo está contado con una gran belleza y con un gran sentido del humor, y ahí encontramos entendimiento, al tiempo que comprendemos que hay que rebelarse contra ciertas cosas".

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