Estreno en el Tour

Hace un año, tal día como hoy, comencé mi columna contando que estaba de estreno, que me estrenaba a mí mismo, en el sentido corporal del término.

Hoy, un año después, también estoy de estreno. Estreno acreditación, estreno trabajo y en cierto modo estreno un modo de vida desconocido. Vuelvo al Tour, y eso es siempre motivo de ilusión. Pero no vuelvo de corredor, que es lo que siempre hubiese querido, sino con una acreditación en la que pone journaliste, que significa periodista, aunque yo nunca haya pisado en mi vida una facultad de ciencias de la información. Un amigo, de cachondeo, ya me ha acusado de intrusismo, y parte de razón no le falta, pero ya le voy a demostrar yo en estas tres semanas largas, que en 12 años de profesional algo he aprendido. Muchos kilómetros por esas carreteras, muchas horas sobre el sillín, muchos momentos de agonía... demasiados para que algo se me haya quedado.

Creo, y lo que estoy viviendo en este primer día me hace reafirmarme, que voy a vivir un Tour de Francia totalmente diferente de lo que estaba acostumbrado.

Así que aquí estoy dispuesto a vivir este Tour de Francia 2010 desde la otra parte del telón. Hace un rato he asistido a la rueda de prensa del anterior ganador, un corredor al que conozco y con el que antes charlaba tranquilamente en el pelotón, pero al que ni siquiera he podido saludar hoy de tanta gente que le prestaba atención. También he estado en la rueda de prensa de mis ex compañeros del Rabobank. Aún me siento uno de ellos, por mucho que ya no pueda hacer lo que hacen.

Bueno, y cambio de tercio que ya he caído donde temía y no quería caer. Estoy aquí para hablar del Tour, un Tour en el que tan sólo se puede hablar de un favorito, por supuesto Contador, el último ganador, mientras que al ramillete de rivales se les puede calificar de aspirantes.

Yo veo un Tour en el que pueden pasar dos cosas. Una, que no espero, es que sea el Tour más aburrido de los últimos años, con un dominio total del corredor que partía como gran favorito. Al estilo de los años centrales de la tiranía de Armstrong. Difícil posibilidad, pero no imposible. Y dos, que sea el Tour más interesante y con más alternativas de toda esta década, uno de esos que queden en el recuerdo para años venideros.

El recorrido invita a ello, pero la última semana se presenta muy interesante con unos Pirineos que serán sin duda los jueces de la carrera. Y como colofón, la contrarreloj de Burdeos. También están estos tres primeros días complicados tras pasar el trámite de la etapa prólogo. Y hay miedo al pavés. Eso ya se respira al hablar con los corredores.

Y desde el punto de vista táctico, veo que el corredor más fuerte no está en uno de los equipos más fuertes, al menos a priori. Y que el equipo más fuerte, Radioshack -con permiso de Saxo Bank-, no tiene una alternativa clara de victoria, pues sigo sin ver a Armstrong en lo más alto en lo que va a ser su último Tour. Pero me da la sensación de que el tejano puede ser la clave en el resultado de Contador, incluso aunque no se postule como su rival más peligroso. Y eso, que no se nos olvide, sería una garantía de espectáculo, que es lo que todos queremos.

Por otra parte, el español Xavi Florencio, del Cervélo, no tomará la salida después de su equipo le expulsara de la carrera por llevar un medicamento sin habérselo comunicado al médico del equipo.