La huelga del metro
Respeto a las causas del colectivo de Metro para ir a la huelga, supongo que tienen sobradas razones, pero el daño al usuario de a pie es considerable. Para dañar a Esperanza Aguirre se pone el aguijón en vena al currito, que es el que paga los platos rotos del desacuerdo. Y la presidenta de Madrid sigue inaugurando un centro de salud en Guadalix como si no pasara nada; ella no va a tener que buscarse la vida para ir a trabajar, la llevan y la traen. Solo se monta en un metro para hacerse la foto cuando va a cortar cintas y que la saquen en televisión.
El metro es responsabilidad del Gobierno regional, y no puedo entender cómo con tantos consejeros y asesores no han sido capaces de pactar con el sindicato convocante de la huelga los servicios mínimos para no hacer tanto daño a los usuarios. Nuestra presidenta se ha limitado a amenazar, que es lo que se le da bien. De negociar, cero pelotero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.