'Traición' en el bipartito
El hotel del Palau dispara los recelos entre PSC e ICV.- Los vecinos recurren la excarcelación de los saqueadores del Palau
La imputación del teniente de alcalde del Consistorio barcelonés Ramon García-Bragado en el caso de las supuestas irregularidades del hotel del Palau de la Música ha abierto una profunda brecha entre el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y sus socios de Iniciativa per Catalunya (ICV). Los socialistas ven "deslealtad", en palabras de un alto responsable municipal, en la postura de los ecosocialistas al demandar la dimisión de García-Bragado debido al proceso penal. Algunos se han sentido traicionados por el hecho de que en una crisis de este calibre sea el socio de gobierno el que pida la dimisión del teniente de alcalde, una postura que hoy por hoy solo plantea el llamado socio preferente de la oposición, Esquerra Republicana (ERC).
Convergència (CiU) y el Partido Popular (PP) se han mostrado mucho menos beligerantes. Ambas formaciones critican la debilidad de un gobierno que encadena una crisis con otra, pero han sido menos radicales a la hora de pedir destituciones.Para la formación que dirige Ricard Gomà (ICV) no es suficiente que Hereu haya apartado a García-Bragado de las competencias estrictas del urbanismo manteniendo el resto -infraestructuras y régimen interno- y sobre todo preservando el rango de teniente de alcalde. Consideran que si hay una imputación por una supuesta irregularidad en una tramitación urbanística, el teniente de alcalde, que es el máximo responsable de esa área, debe dimitir de forma preventiva. Esa es la postura que mantiene ICV, que ayer declinó hacer más aclaraciones y comentarios sobre la cuestión.
Fuentes cercanas al alcalde explicaron, en cambio, que la postura de ICV les sorprendió porque fue el propio Hereu quien explicó a Gomà la medida que pensaba tomar respecto a García-Bragado el lunes tras recibir la citación judicial que informaba de la imputación del regidor de Urbanismo. Los socialistas se sorprendieron cuando ICV se desmarcó pidiendo la dimisión horas después. Los desencuentros entre los socios de gobierno han menudeado en este mandato. El último de ellos fue a propósito del plan de la recalificación del Miniestadi del FC Barcelona, en el que ICV votó en contra. Y otro tuvo que ver con la decisión de impulsar el Centre per la Pau en el castillo de Montjuïc con la presencia del Ministerio de Defensa. Pero una cosa son posturas políticas en proyectos concretos y otra, bastante distinta, pedir la dimisión de un teniente de alcalde con quien compartes gobierno. Ese es el razonamiento que hacen fuentes socialistas. En la penúltima crisis del gobierno de Hereu -la consulta de la Diagonal, que le costó el cargo a Carles Martí como primer teniente de alcalde-, ICV, que salió indemne tras el fiasco, sí estuvo de acuerdo con la decisión del alcalde de destituir a Martí.
En cualquier caso, la sensación de que habrá una segunda parte de las consecuencias políticas del caso del hotel del Palau está bastante extendida en el Consistorio barcelonés, tanto en las filas del gobierno como en las de la oposición. "Ya veremos si Hereu no tiene que ir más allá cuando la juez comunique a García-Bragado en qué consiste la imputación", comentaban algunos miembros de CiU. Hasta la fecha, los socialistas han aplicado la máxima de apartar de los cargos a quien sea imputado en causa penal. Ni el teniente de alcalde ni el gerente del área de Urbanismo, Ramon Messeguer, imputado en el mismo proceso, son militantes del PSC. Por tanto, será el alcalde el que tenga la última palabra.
Cambios en el cartapacio
En ese clima de indisimulado abatimiento, el gobierno de Hereu decidió que las competencias de Urbanismo que asumía el teniente de alcalde las afronte la edil de Sant Andreu Gemma Mumbrú. García-Bragado seguirá al frente de las áreas de Infraestructuras y Régimen Interno. En el caso de Ramon Messeguer, su responsabilidad será asumida por Josep Maria de Torres, gerente del Instituto Municipal de Urbanismo (IMU).
En el proceso judicial, los abogados de las asociaciones de vecinos que ejercen la acusación popular han recurrido contra la excarcelación de Fèlix Millet y Jordi Montull. En esa causa judicial, el auto de imputación dictado por la juez describe que a Jordi Montull le fue intervenida la anotación de una conversación entre García-Bragado y Ramon Messeguer, sobre un diálogo entre el edil y el arquitecto Carles Díaz en el que habían acordado la estrategia para hacer posible la construcción del hotel. En la edición de ayer se decía, por error, que el interlocutor de esa conversación fue el entonces teniente de alcalde, Carles Martí.
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