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Columna
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Suspiros de España

Poco después de escribir estas líneas, el Tribunal Constitucional dictaba sentencia sobre el Estatut. Poco antes se sucedían las declaraciones. Leire Pajín proclamaba que "éste es nuestro Estatut", lo que es una obviedad, pues así lo proclamaron ya los socialistas en el Congreso al aprobarlo. Y Felipe Puig, secretario de Convergencia, no nos decepcionaba al declarar que "España ya ha sentenciado". Pierde pues el tiempo Leire Pajín en tratar de convencer a quienes seguramente trata de hacerlo de que desde su españolidad no hay hostilidad ninguna contra ese Estatuto.

He estado a punto de escribir que no la hay contra Cataluña, con lo que hubiera cometido el mismo error que el señor Puig con su chulesca sentencia. No obstante, no tengo intención de perder el tiempo yo también en aclarar la confusión que encierran las palabras del secretario de Convergencia, en dilucidar si el Tribunal Constitucional es o no identificable con España, o si lo es o no el Congreso de los Diputados, etc. De las palabras de Puig sólo me quedo con la palabra España y el mal aliento con el que la ha emitido: lo que no es Cataluña, el enemigo. Es lo único que él ha querido decir con esa frase. Y resulta ya tan tópica esa frase chantajista que se ha convertido en uno, uno más, de los suspiros de España.

Suspiros de España son también los tejemanejes del PNV cada vez que trata de negociar algo con, en este caso, Madrid. Escuchemos a Josu Erkoreka en unas declaraciones recientes. Dice que el PNV le ofreció a Zapatero una negociación para los próximos presupuestos, oferta que tuvo como respuesta una nota del Grupo Socialista que los remitía, con el resto de los grupos, a setiembre, que es cuando comenzarán a negociarlos. La negociación tendría que ser "política" y pasaría "por el autogobierno vasco, que es el eje central de la política del PNV". Éste arriesgaría para conseguir acuerdos positivos para la sociedad vasca sin mirar si su actuación beneficia al PSE o al PP. Sí miraría, pese a que esto no lo diga, que beneficiaran al PNV, aunque tampoco voy a perder el tiempo dilucidando si los intereses de Euskadi y los del PNV son identificables. Pueden llegar a bloquear todas las transferencias estatutarias pendientes por el bien de Euskadi para, a continuación, denunciar el bloqueo como argumento máximo contra el maltrato español, de manera que "ser" y "no ser" no constituyen un dilema para ellos, sino un galimatías que requeriría un diccionario especial para entenderlo. Lo que sí es un dilema, o peor, una desgracia es lo de "poder" y "no poder", por lo que entre las posibles exigencias para negociar los presupuestos se incluirá la de exigir el respeto para la lista más votada en las próximas elecciones locales. La patria del interés es la serpiente que repta entre las flores de la generosidad y el sacrificio. Las flores suelen ser de plástico y el interés suspiros, sí...suspiros de España. Y aburren tanto como los de antaño.

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