El 'cuento' de Löw
De ayudante de Klinsmann en Alemania 2006 a gran protagonista
Un cuento de verano es el título de un excelente documental de Sönke Wortmann sobre la selección alemana en el Mundial de 2006. El trabajo del director de cine germano permitió que los aficionados constataran en la pantalla una evidencia repetida en los distintos partidos disputados por el equipo durante el torneo. Aquel técnico que salía a pie de campo con el mismo uniforme que el del seleccionador y una pizarra para indicar al jugador que iba a entrar en el rectángulo de juego las consignas tácticas era tan o más importante que el propio Jürgen Klinsmann. Se llamaba Joachim Löw y hoy es el entrenador de uno de los conjuntos que mayor impacto futbolístico han causado en el torneo africano junto al de Chile.
El seleccionador germano ha apostado por la juventud y el mestizaje
También ha recurrido al trabajo táctico de Van Gaal en el Bayern Múnich
La revolución en el fútbol alemán no habría sido posible seguramente sin el liderazgo y el carisma de Klinsmann, de la misma manera que Klinsmann difícilmente habría podido protagonizar un documental futbolístico de éxito sin Löw. Ambos se complementaron muy bien hasta que Klinsmann prefirió California. Nadie discutió entonces que su sucesor debía ser Löw. La duda, ahora, está en saber si Löw renovará su contrato después del Mundial o, por el contrario, se retirará a la Selva Negra, una vez agotado de tanto discutir con los genuinos representantes de la Nationalmannschaft, representados por Matthias Sammer, director deportivo de la federación.
A Sammer le interesan los resultados y no le vale con que Alemania haya sido finalista de la Eurocopa, sino que le pesa la derrota contra España. A Löw le interesa más el juego y, sobre todo, el español. Su selección ha perdido altura, físico y contundencia para ganar técnica, precisión y dinamismo. Hay partidos en que Alemania incluso se parece cada vez más a Holanda y Holanda a Alemania. "Yo diría que nuestro fútbol tiene un aire latino", sostiene Löw; "nos gusta la posesión y acelerar el juego cuando se dan las circunstancias. La clave está en el movimiento continuo". O, lo que es lo mismo, en terminología oranje, se trata de practicar el fútbol total. Löw ha apostado por la juventud y el mestizaje.
Alemania es la segunda selección más joven del torneo, con una media de 24,8 años, solo superada por Ghana, y sus mejores futbolistas responden a los nombres de Özil, Trochowski, Khedira, Marin y, naturalmente, también al de Müller o Schweinsteiger, Klose o Podolski. Löw no solo ha favorecido la integración, sino que también ha utilizado el trabajo táctico de técnicos como Louis van Gaal en el Bayern Múnich. La nueva posición como pivote de Schweinsteiger en la selección ya ha sido contrastada en el equipo bávaro de la misma manera que el descubridor de Müller ha sido el ex técnico del Barça y el Ajax.
El éxito de Van Gaal contrasta precisamente con el fracaso que tuvo Klinsmann como técnico del Bayern y, por extensión, revaloriza la tarea de Löw en la selección desde que tuvo acceso al cargo, en 2006. Las victorias, 37 en 53 partidos, y el juego le reafirman en sus convicciones. Técnico didáctico, objetivo y crítico, tanto que reprendió públicamente a su portero Neuer por el tanto encajado ante Inglaterra, la mayoría de sus apuestas mundialistas están funcionando, prueba de su capacidad de evaluación. Lesionado Ballack, hasta Klose y Podolski le han dado momentáneamente la razón mientras Frings se come las uñas después de haber polemizado con el técnico por no ser convocado para el Mundial.
Löw, que no triunfó precisamente como goleador en el Friburgo, el Stuttgart o el Eintracht antes de que Ray Clemence le partiera una pierna en 1995, tiene alma de delantero y pertenece a la escuela de técnicos originarios de la frontera con Suiza, zona conocida como la fábrica de las ideas y a la que también pertenece Ottmar Hitzfeld. No le fue bien como entrenador en distintos equipos suizos, austriacos y turcos y, aunque dejó huella en el Stuttgart (1996-1997), siempre se le tuvo por un técnico "poco autoritario con los jugadores". No es arrogante ni populista, sino culto y educado, de la misma manera que de vez en cuando también se mete los dedos en la nariz y juguetea con los mocos como se ha visto en algunas imágenes.
A Jogi, como se le conoce popularmente, le encanta el yoga y los juegos y no para de aprender. Le han visto por muchos campos de entrenamiento y en 2003 hasta estuvo unos días en el Camp Nou cuando al Barcelona lo entrenaba Radomir Antic.
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