Luis Fabiano disfruta con Chile

Fue el 7 de septiembre de 2008. Ni el Brasil de Dunga se encontraba en un momento tan brillante como el actual ni su delantero centro, Luis Fabiano, gozaba de la plena confianza del entrenador para ser titular en la selección cinco veces campeona del mundo. Aquel duelo ante Chile, que se saldó con un incontestable triunfo por 0-3, marcó un antes y un después en la trayectoria del goleador sevillista con Brasil.

Luis Fabiano consiguió dos tantos, dio otro a Robinho y, en líneas generales, ofreció una disertación de fútbol que acabó por convencer a Dunga, un hombre de principios, que después de ese encuentro le dijo que contaba con él como titular para el Mundial de Sudáfrica. Curiosamente, ayer también marcó Robinho.

El idilio de Luis Fabiano con Chile viene de lejos. Anoche volvió a anotar ante el cuadro de Marcelo Bielsa, lo que le ha hecho igualar a un mito como Pelé como el jugador de Brasil que le ha metido más goles a Chile, un total de ocho. "Tengo suerte contra Chile. Marco cada vez que juego contra ellos", indicaba una vez finalizado aquel encuentro que cambió su destino en la canarinha.

La jugada de ayer no tiene desperdicio. Fue un contragolpe magistralmente llevado por Robinho, muy activo a lo largo de la contienda, que encontró a Kaká al borde del área chilena. El madridista, con un toque sublime, habilitó a Luis Fabiano, que se hallaba en posición correcta. El sevillista regateó al portero Bravo en su salida y anotó a puerta vacía. En la celebración del tanto, Kaká reclamó su cuota de protagonismo ante Luis Fabiano, que reconoció su gran pase celebrando a medias su tercer tanto en la Copa el Mundo. El goleador se estrenó en el torneo con dos tantos a Costa de Marfil. El segundo, bastante protestado por sus rivales al llevarse, por dos veces, el balón con la mano.

En el de anoche no hubo más que limpieza, técnica y eficacia, las tres cualidades que definen a un delantero que está llamando a los clubes más poderosos de Europa, caso del Milan o el Manchester United.

Ante Chile, su víctima más propicia, Luis Fabiano ha demostrado que la elección que hizo Dunga después de aquel encuentro en Santiago se ha convertido en una apuesta segura. Ahora le espera un duelo ante Holanda en el que intentará seguir batiendo registros con la selección brasileña. Alimenta el sueño de recoger el testigo de Romario en el Mundial de Estados Unidos 1994, el primer torneo que vivió un joven Luis Fabiano y del que guarda sus primeros recuerdos mundialistas.