Un decálogo para el futuro
Cotec enumera los retos de España para impulsar la innovación y competitividad
Si algo bueno ha tenido la crisis es que ha traído la práctica unanimidad sobre el papel fundamental de la innovación en las economías desarrolladas, que se ha convertido en factor clave para mantener el bienestar. Así quedó claro el pasado martes 22 en la asamblea de la Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica, en la que participaron el rey Juan Carlos, los ministros Ángel Gabilondo y Cristina Garmendia y el presidente de Cotec, José Ángel Sánchez Asiaín.
La fórmula a la que ha llegado esta organización de carácter empresarial que busca promover la innovación tecnológica e incrementar la sensibilidad social por la tecnología pasa por un decálogo de recetas no por repetidas menos acertadas. Significativamente, la primera pasa por mejorar el sistema educativo. Después vienen las otras nueve: lograr que la sociedad aprecie que los empresarios asuman los riesgos de la innovación; evitar que la fiscalidad y la regulación obstaculicen la innovación; atraer el talento y la inversión extranjera; conseguir que la universidad y la investigación pública se integren plenamente en la solución de los problemas de su entorno; hacer conscientes a las empresas de que su sostenibilidad depende de su capacidad de crear valor; implicar a la financiación privada en la innovación; preparar a las pymes para el mercado global; aprovechar el mercado de las grandes empresas y de la Administración como tractores tecnológicos; y, por último, lograr que las pymes encuentren una amplia oferta de servicios para la innovación.
Frente a estas recetas para el futuro, el diagnóstico del pasado y del presente no es muy halagüeño. Porque el informe de Cotec del año 2010 señala que la innovación en España se encuentra en un momento delicado. Tras más de una década en la que cada año crecía entre un 10% y un 20% anual, los datos de 2009 son todavía una incógnita. Pero las estadísticas que ya ha hecho públicas el INE no dan lugar para muchas alegrías: de las 200 empresas con más gasto en I+D, que suman hasta cuatro de cada diez euros del total, han disminuido su inversión en un 9% y su gasto corriente un 1,5%. Según el director general de Cotec, Juan Mulet, el informe muestra el pesimismo de los expertos sobre el futuro de la innovación española y su preocupación por el "desajuste" entre la formación educativa y las necesidades empresariales.
El Rey pidió la implicación de todos los sectores sociales, administraciones y empresas para no renunciar al impulso de años anteriores en favor de la innovación y la formación, "instrumentos clave" para "enderezar" la economía, "retomar un crecimiento sostenido" y construir un futuro mejor.
Sánchez Asiaín advirtió que España no se puede permitir "dejar de avanzar, ni mucho menos retroceder" pese a la crisis, porque es el "núcleo fundamental" para construir la competitividad de la economía. Y, avisa, se puede estar perdiendo.
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