Mentiras
Ya sabemos que la lista de mentirosos compulsivos no hace más que crecer, demostrando cómo las grandes economías han ocultado su situación real para seguir teniendo el mando del destino de los demás. Londres se ha confesado, y aunque Berlín no piensa hacerlo su plan de recortes desmiente por completo aquellas noticias sobre el inicio de su recuperación, hace ya algunos meses. La realidad germana es bien distinta y su talón de Aquiles reside precisamente en lo que no cuentan.
Los máximos beneficiarios de la polémica ampliación al Este han secuestrado sistemáticamente toda la información proveniente de esos lugares. Fue así como Rumania apareció y desapareció de la prensa a principios de 2008, mientras Hungría ha sido censurada por su llamamiento de urgencia hace muy poco tiempo. Lograron deformar las fronteras europeas para tal fin queriendo incluso incorporar a Ucrania, ese país donde la ex presidenta se negaba a abandonar el poder tras perder las elecciones. ¿Cabe una mayor irresponsabilidad? El gran proyecto de crear economías satélites en el antiguo telón de acero ha fracasado, y esto no es ninguna fantasía, basta recordar a países como Croacia donde el marco alemán era algo más que una simple referencia. Perdido todo lo que se invirtió en aquella aventura, toca buscar un acreedor solvente a pesar de sus problemas particulares, es decir, España.
Desde las últimas elecciones europeas la buena estrella de Angela Merkel y la CDU han ido cayendo de forma continuada, parecían intocables. No son gigantes mi señor, sino trileros de Berlín.
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