La Bolsa descuenta el enfriamiento económico

Los mercados de valores continúan descontando el cambio de escenario económico que propone la clase política en casi toda Europa, al tiempo que crece la preocupación por la salud de algunos de los grandes bancos franceses y alemanes.

Ayer, los tres bancos franceses más importantes ocupaban los primeros lugares en las caídas del índice Euro Stoxx 50, acompañados de los dos grandes bancos españoles y de dos compañías eléctricas, Iberdrola y Endesa, y es que no hay que olvidar que los dos principales partidos políticos españoles acordaron poner orden en el sector eléctrico, lo cual retrasa la subida de las tarifas que pedían las empresas.

El sentimiento sobre una "recesión en dos fases" empieza a calar entre los profesionales del sector, que consideran poco afortunado el momento elegido para poner en orden las cuentas públicas. Los analistas, en general partidarios de los saneamientos radicales que mejoren las cuentas, no dejan de ver que menos puestos de trabajo y peor pagados no son el mejor punto de partida para lograr la recuperación económica.

En cuanto a los bancos, como les sucede a muchas personas, salen bien en las fotos, pero las radiografías dejan mucho que desear, de ahí la preocupación de entidades y países por airear unos problemas que es mejor mantener en familia.

Los grandes bancos españoles, al parecer libres de sospecha en cuanto a su salud, se vieron arrastrados por la inercia de la caída de los vecinos y por las perspectivas apuntadas desde Bruselas para la economía española, de la que se espera un proceso de recuperación lento y largo, es decir, varios años de crecimiento mínimo.

El Ibex 35 abrió con un intento de acercarse de nuevo a los 10.000 puntos, pero la presión vendedora sobre bancos y eléctricas le llevó a un descenso constante hasta los 9.586,50 puntos, con una caída del 3,03%.

Paradójicamente, en el mercado de deuda, la rentabilidad del bono español a 10 años bajaba hasta el 4,51%, siguiendo la pauta de los últimos días, con lo que el diferencial con Alemania se redujo a 189 puntos básicos, lo que muestra que los inversores han recuperado la confianza en que España pagará, incluso con la economía funcionando al ralentí.

La contratación en el Mercado Continuo ascendió hasta 2.549,00 millones de euros.