Acelerón de número uno

La situación requiere medidas de urgencia: el holandés Robin Haase domina por dos sets a uno a Rafael Nadal, al número uno del tenis mundial. Haase juega con velocidad, clase y potencia. Haase saca brutalmente (28 tantos directos de saque). Haase, hundido en la clasificación tras pasarse todo 2009 lesionado, ataca con sutileza. Y Haase, que acabará pidiendo la asistencia del fisioterapeuta, parece tener acorralado al cinco veces campeón de Roland Garros, que está a una manga de despedirse de Wimbledon.

Pero el español demuestra entonces cuántos tenistas puede haber en uno, cuántas caras puede tener un jugador, cuántos Nadales hay dentro de él mismo: hiperagresivo al resto, construye un parcial de 10-1 en juegos ganados, de 12-3 hasta el final, y se impone, en definitiva, por 5-7, 6-2, 3-6, 6-0 y 6-3. Ya está en la tercera ronda de la competición, en la que tendrá que enfrentarse al alemán Philipp Petzschner.

"Antes del partido ya sabía que era un encuentro peligroso, que Haase es un muy buen jugador", dijo Nadal tras su triunfo. "En el primer set lo intenté, pero no tuve nada que hacer en el resto. Pero, mentalmente, estuve muy bien. Debo estar muy contento porque estuve cerca de perder. Contra sacadores como el holandés tienes que jugar al límite", prosiguió; "estoy muy contento. Desde que hice el break no he perdido ni un solo punto con mi saque. Eso quiere decir que he estado muy concentrado".

Acudió la reina Isabel II por primera vez a Wimbledon en 33 años, comió con el matrimonio Federer y Nadal, el número uno, no acabó conociéndola: "Tengo mis rutinas. Debía prepararme y pensé que podría conocerla tras mi partido. Ha sido una decepción no poder hacerlo. Me habría encantado. Una pena",

Nadal sigue en Wimbledon. David Ferrer, también tras batir por 6-4, 7-5, 6-7 y 6-3 al francés Florent Serra