Interior gasta cuatro millones en uniformes policiales más seguros
La Ertzaintza aborda la mayor renovación de vestuario de su historia
La imagen de los patrulleros de la Ertzaintza cambiará de forma notoria a finales de año. Interior invertirá cuatro millones de euros en renovar por completo, aunque de forma progresiva, el vestuario de los agentes que trabajan en la calle. El principal objetivo de la medida no será estético. La partida pretende dotar a la plantilla de prendas más seguras y cómodas que faciliten su trabajo. "Era una vieja demanda de los trabajadores [de la policía vasca] que vamos a satisfacer", destacó ayer el consejero, Rodolfo Ares, durante la presentación de los nuevos uniformes en la comisaría central de Erandio.
El moderno vestuario incorporará los avances técnicos que se han registrado en los últimos años en la industria textil y nuevos materiales de seguridad. Además de más ligeras, todas las prendas serán ignífugas para proteger mejor a los agentes en caso de ataque. La medida supone la renovación de indumentaria más ambiciosa abordada en la historia de la Ertzaintza, ya que hasta la fecha solo se habían realizado cambios puntuales. Se beneficiarán de ella los 3.500 patrulleros del cuerpo. Los uniformes de oficina y de gala no se modificarán.
La modificación se pondrá en marcha de forma paulatina desde finales de año
La renovación conllevará pequeñas alteraciones estéticas por cuestiones prácticas, si bien la imagen del cuerpo se mantendrá. Una gorra azul sustituirá a la histórica txapela roja, que desaparecerá de las calles dada su escasa utilidad. También se cambiará la camisa blanca por un polo de color azul marino, más cómodo y fácil de lavar. La principal novedad consistirá en los chalecos antibalas, que Interior ha decidido incluir por primera vez entre la dotación oficial. "Ya no los tendrán que comprar los agentes", destacó Ares.
La modernización del vestuario responde a un acuerdo alcanzado con los sindicatos policiales, para los que se trataba de una "reivindicación histórica". La antigüedad del vestuario actual había motivado algunas de las principales quejas de las centrales en los últimos meses. Con el cambio, Ares se apunta un tanto mientras siguen pendientes otras demandas sindicales, como la ampliación de plantilla o el convenio.
Junto al logo del cuerpo, toda la ropa lucirá una ikurriña en el brazo izquierdo. La decisión pone fin a los rumores que a finales del pasado año incentivó el PNV sobre una supuesta pretensión de Interior de eliminar la bandera vasca de los uniformes de los agentes.
La inversión llega en plena crisis, por lo que Ares quiso mostrarse cauto al hablar de los plazos para su puesta en marcha. Se limitó a concretar que los nuevos uniformes se empezarán a repartir a finales de año y que su implantación será paulatina. No se atrevió a apuntar una fecha para la conclusión. "Será todo lo antes que podamos, en función de la disponibilidad presupuestaria", aclaró el consejero, quien precisó que no se sustituirán de inmediato las prendas en buen estado. Las viejas pasarán a los almacenes para ser reutilizadas en labores de oficina.
Nuevas prendas
- Buzo. La prenda básica de Seguridad Ciudadana será más cómoda y ofrecerá protección contra productos químicos líquidos.
- Chaleco antibalas. Lo facilitará por primera vez la propia consejería.
- Polo. Sustituto de la camisa, será de manga corta o larga, según la temporada.
- Cazadora. Prenda corta que destaca por una mayor versatilidad que el anorak.
- Cinturón Une ergonomía y nuevos sistemas de regulación que impiden su apertura accidental.
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