El ararteko alerta del "riesgo de colapso" de los servicios sociales de base en Euskadi

El ararteko puso de manifiesto ayer lo que ya viene siendo una queja habitual en los servicios sociales de los ayuntamientos, que la carga de trabajo y la presión de la demanda han generado "un riesgo de colapso" en estos servicios.

Iñigo Lamarca explicó durante la presentación de su informe La situación de los servicios sociales de base en la comunidad autónoma del País Vasco que, aunque el personal ha aumentado un 45%, la demanda ha hecho lo propio en un 70%. Según los datos aportados, el 20,3% de los hogares vascos ha recurrido alguna vez a estas unidades, aunque sólo un 40% de quienes tienen problemas muy graves para cubrir sus necesidades básicas acuden a los trabajadores sociales. Según el informe, acudir a estos servicios "empieza a ser hoy tan común como acudir a un centro educativo o de salud".

Solo el 40% de quienes tienen problemas graves acuden a ellos

Este efecto normalizado tiene también su cara negativa, la saturación a la que se enfrentan los servicios sociales de base. Lamarca llamó a la tranquilidad porque Euskadi está a tiempo para un cambio y porque, de producirse un colapso, no supondría que se deje de prestar el servicio, sino un empeoramiento de la calidad del mismo. A pesar de las dificultades, "es un dispositivo que funciona", concluyó el ararteko. Los servicios sociales tramitan las ayudas como la Renta de Garantía de Ingresos y realizan intervenciones sociales, pero la primera tarea se va a encauzar a partir de ahora por medio del Servicio Vasco de Empleo, Lanbide.

Lamarca apuntó a la heterogeneidad de servicios como un aspecto a corregir y apeló a un sistema homogéneo de servicios sociales para el que ya se están poniendo las bases -con la cartera de servicios y el Órgano Interinstitucional de los Servicios Sociales-. Asimismo destacó que el 68% de los trabajadores de los servicios sociales consideran insuficiente la plantilla actual y que piden un aumento del 26% de esta. Estos profesionales cuentan con una presión añadida, ya que en el 77% de las unidades se producen conductas agresivas ocasionalmente. El ararteko recomendó crear una financiación finalista y fomentar la comunicación de los servicios de estas unidades a la sociedad.