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La secretaria de Castro de Rei: "Me la colaron bien colada"

Pablo Linde

La secretaria del Ayuntamiento de Castro de Rei, imputada en el caso de presunta corrupción que instruye la juez Estela San José, aseguró en su declaración no tener constancia de falsedades en documentos oficiales del consistorio. "Habría ido al juzgado de guardia", respondió María Josefa Fernández Legaspi a una de las 129 preguntas que le hizo la instructora.

La juez cuestionó varias veces si algunas concesiones presuntamente irregulares le parecieron sospechosas. La secretaria respondió que no tenía constancia, que los asuntos por los que se le preguntaba no entran en su competencia y que eran cosas "del alcalde [Juan José Valiño] o de Roberto [Lorenzo, concejal de Terra Galega]", ambos imputados. Cuando la juez le preguntó cómo es posible que certificara la prórroga de unas obras antes de que la solicitara la empresa, contestó: "Eso no puede estar bien". La instructora le exhibió unos documentos que demuestran la acusación, ante lo que tuvo que reconocer: "Es un error como una catedral. Me la colaron bien colada".

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La secretaria también dió respuestas como que ahora mira "muy mucho" las cosas que firma, que "es chocante" que una factura no sea de la misma fecha en la que se certifica el final de una obra, que desde que ella tomó posesión le pareció "muy fuerte" que no se pidiesen licencias de ocupación para un edificio del pueblo al que llamaban Marbella o, ante actitudes sospechosas, que ya no le extraña nada porque lleva "muchos años en la administración y es muy gallego".

Sospecha de amaños

Todas estas declaraciones están recogidas en el sumario del caso, en el que la policía muestra su sospecha de que el Ayuntamiento amañaba adjudicaciones a empresas afines. Sobre el criterio para dar obras, la secretaria contesta que "es competencia política". "A mí me dicen: 'María José, invita a estas empresas".

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La juez sacó a colación algunas conversaciones telefónicas de las que se puede deducir que la secretaria no ignoraba totalmente que en el Ayuntamiento podían estar cometiéndose actos delictivos. "¿No sospechaba de la comisión de alguna irregularidad, tal y como parece desprenderse de su conversación con el alcalde cuando le dice: 'Lo que tengáis, por detrás; por delante me da igual?". Fernández Legaspi contestó que "depende qué tipo de irregularidad". "Una contratación a dedo no deja de ser una irregularidad administrativa, en ningún momento sé qué empresas son las que quieren ellos".

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.
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