Los locos van a la ópera

Que en el siglo XXI se estrene una ópera con libreto, música y temática totalmente novedosos es en sí un acontecimiento. Pero que su creador sea un español con seguidores por medio mundo y lleve 14 pergeñando esta obra, es aún más excepcional. a.Babel, del compositor, autor del libreto, director musical y de escena Carlos Galán (Madrid, 1963) verá mañana el estreno mundial en el teatro Nacional de la Zarzuela de Madrid de esta pieza que ha convertido en una ópera, y que ya antes de ser vista puede calificarse de genial por todo lo que la rodea.

Subtitulada op. 70 historias de un manicomio, en ella desfilan diferentes modelos de locos, majaretas, pirados, visionarios, orates, lunáticos, turuletas... junto a trapecistas, cantantes, cantaor de flamenco, actores y bailarines, cuyo objetivo final es tan importante como hacerse no entender dentro de ese curioso manicomio que habitan.

Por el escenario desfilan trapecistas, cantantes, actores y bailarines

Solo dos días se podrá ver esta magna creación de Galán, compositor considerado un auténtico genio por muchos conocedores de su música y su trayectoria, que se inicia en el Conservatorio -donde ya destaca como compositor- y pasa por la improvisación (es catedrático de esta materia), piano, jazz, electroacústica, la dirección de una revista especializada, la creación del grupo Cosmos 21... Y todo ello sin dejar de recorrer el mundo con sus más de 100 obras musicales y sus teorías, que expone a través de conferencias y artículos.

Esta obra, que también ha llamado Ópera cómica para veintiocho personajes con grupo instrumental en el escenario, coro masculino y orquesta (la de la Comunidad de Madrid completa), cuenta con un libreto en el que aparecen textos y frases de Leonardo da Vinci, Luis de Góngora, Julio Cortázar, Lewis Carroll, Pero López de Ayala y Tristan Tzara, entre otros, que van desgranando sobre el escenario el científico loco y otros trastornados, como los locos por el lenguaje, por la historia, por el cante, el poeta loco, el político utópico, el loco de amor, el del trabajo, el del deporte, el loco de la vara, del silencio, sin faltar el loco místico, el loco como un cencerro, el grupo de músicos locos (Cosmos 21) y los locos del manicomio (Grupo Laboratorio).

Esta gran ópera multimedia y multidisciplinar es "una crítica feroz a la incomunicación, hecha a través de un ritmo trepidante y divertido, pero es música por encima de todo", señala el interesante creador de esta pieza, en la que reúne vídeos de nuevos cuños con botijos extraños e inimaginables y que recomienda que vean los niños.