Desvestir un santo...
Resulta ser una gran contradicción el supuesto ahorro anual de 807 millones de euros (228 en coste directo y 578 por costes de cumplimiento) por la supresión de los visados en los colegios profesionales, a raíz de la ley Ómnibus.
Aun suponiendo que los cálculos sean correctos, cabe decir que los colegios generan una importante actividad económica que quedará muy mermada si la ley sigue adelante. En primer lugar, una parte considerable de empleados cualificados de los colegios profesionales que irán a engrosar las filas del paro en el momento más inoportuno.
A continuación, las empresas proveedoras de servicios y materiales diversos que, por la lógica reducción de actividad de los colegios, verán disminuir la facturación de forma ostensible.
También, y es lo paradójico, los usuarios tendrán que pagar más por los servicios de un profesional, puesto que, entre otras prestaciones que los colegios revierten en sus profesionales y estos sobre los usuarios finales, el coste de las pólizas de seguros, que serán más caras ya que pasarán a ser individuales y ya no serán los Colegios Profesionales los tomadores del seguro. Para finalizar, actualmente un elevado porcentaje de visados se hacen vía telemática, o sea sin costes de cumplimiento. ¿Dónde está el ahorro.