Tres dudas sin resolver
Corazón, coraje, brío, ritmo, movimiento. Inglaterra en plenitud. Su ejercicio fue intachable en esta asignatura tras su debut en el Mundial ante Estados Unidos. Sin embargo, la niebla permanece sobre los tres grandes asuntos que preocupan en una selección que se presenta como candidata al título.
El debate sobre la portería no solo se mantiene, sino que el error de Green, que costó el empate, lo incrementa y aumenta la presión sobre el guardameta elegido por Fabio Capello. La presión que soporta Green es enorme. Ahora deberá soportarla en mayor medida.
La segunda duda con la que partía Inglaterra era la ausencia de Rio Ferdinand, el eje sobre el que pivota la defensa de la selección. Encontrar una alternativa no es fácil. Ayer Capello apostó por King, un defensa experto del Tottenham, que mantiene problemas físicos en la rodilla. Había dudas, incluso sobre cuánto aguantaría sobre el terreno de juego. Al final tuvo que ser sustituido.
La tercera duda radica en el centro del campo. Ahí el asunto es más complejo para aprovechar mejor las cualidades de futbolistas como Lampard, Gerrard,... Capello ha apostado por Milner, lo que parecía una decisión inteligente. Pero no funcionó. Las tres dudas siguen pesando como tres losas en una selección que, sin embargo, muestra una actitud magnífica en el campo, con una determinación absoluta y una entrega encomiable. Pero en tanto no se resuelvan satisfactoriamente esas dudas, el engranaje se resentirá. Un caso es Rooney. Wayne irá a más, de eso no hay duda, pero su asociación con el centro del campo es dificultosa ahora mismo. Rooney no se beneficia del juego de Lampard y Gerrard, jugando como media punta junto a Heskey, que actúa como referencia ofensiva. Con Barry a su lado, el resultado parece más positivo. En cualquier caso, Rooney es un futbolista que cuando las cosas no salen tiene las suficientes cualidades personales para sacar al equipo del atolladero, bien por coraje, por intensidad, por actitud, amén de su calidad.
Rooney tiene los recursos y la calidad suficiente para crecer y hacer crecer al equipo, pero su asociación con el centro del campo es urgente para que la maquinaria de la selección funcione con mayor elasticidad y con mejor determinación.
No cabe duda de que el primer partido de cualquier Mundial supone una preocupación para todos los equipos. Los engranajes no están suficientemente engrasados y los buenos equipos generalmente van mejorando con el tiempo. Inglaterra no es ajena a esta circunstancia, aunque en su libro de notas disfrutará de su actitud tanto como se preocupará de resolver sus tres dudas.
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