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Crónica:SUDÁFRICA 2010 | Argentina-Nigeria
Crónica
Texto informativo con interpretación

Maradona se agranda

El seleccionador argentino recupera el esplendor en el torneo que le hizo leyenda y dice que Messi "tiene más" que él en 1986

Diego Torres

La Copa del Mundo ha devuelto a Diego Maradona una parte del esplendor perdido. El hombre que ayer convocó una conferencia de prensa en el vetusto estadio de Loftus Versfeld, en Pretoria, tiene muy poco que ver con la figura jadeante y desorientada que fatigó por el mundo durante años en busca de un motivo para seguir vivo. El calor de la competición y la demanda de protagonismo le han refrescado de manera asombrosa y por primera vez se le ve cómodo en su papel de seleccionador de Argentina. Insospechadamente sereno a pesar de no haber resuelto ni el esquema táctico, ni el estilo de juego, ni los ejecutantes por los que apostará finalmente en el partido de hoy contra Nigeria.

"Me vienen muchos recuerdos", reveló Maradona, de 49 años, a modo de confesión inicial, "algunos buenos, otros amargos, pero como dice Dalma, mi hija: 'Papá disfrutá. Luchaste tanto, te hiciste mal a vos mismo, algunos te quisieron matar...'. Y la verdad es que lo estoy disfrutando mucho. La concentración es una delicia. Yo no recuerdo otra concentración de Argentina en la que no haya habido ningún jugador con problemas físicos. Esta es la primera vez que no hay que esperar a ninguno de los 23. Estar al frente de estos jugadores, de estos monstruos, a mí me da una tranquilidad espiritual que nunca he tenido".

"Del uno al diez, contra Nigeria estaremos a un 6,5, luego despegaremos"
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Maradona reapareció luciendo una barba gris de insurgente de la Sierra Madre, dos aros de diamante, y una gran cruz de plata brillando en el pecho entre las bandas de Adidas y el escudo de la AFA. Los abalorios adornaron un cuerpo menos castigado y una mente más lúcida que en anteriores ocasiones. Poco a poco, el seleccionador parece adueñarse de la escena con la audacia, la capacidad para improvisar, los giros populistas y el carisma que le caracterizaron en sus días de gloria. Ayer repitió su estrategia del Mundial de 1990 con los napolitanos para hacer una exhibición de proselitismo que tuvo como objetivo a la hinchada local. Se fotografió con una camiseta de los Bafana y por el camino ninguneó a Pelé: "Un morocho que jugaba de diez dijo por ahí que Sudáfrica no podría organizar una Copa del Mundo. Y yo llegué a los dos días y le dije a Danny Jordaan, el responsable de la organización, que Sudáfrica tenía que acoger la Copa. Que se podían hacer obras excelentes y que se podía demostrar que aquí se puede vivir con dignidad. Es muy fácil oponerse como hizo el morocho, pero yo con esta persona no comparto muchas cosas".

Maradona apeló al carácter de representantes sociales de sus jugadores, en un gesto populista de dudosa utilidad para su equipo. "Mis jugadores me hacen feliz por lo que saben que siente el pueblo argentino", dijo. "Porque están permanentemente en contacto con el pueblo. Estoy contento de estar al frente de 23 hombres que tienen perfectamente metido en la cabeza lo que hay un país que necesita una alegría. Y eso lo llevan muy adentro".

Le preguntaron si creía que Messi haría algo parecido a lo que él hizo en el Mundial de Mésico. Respondió que él en 1986 no estuvo acompañado de los atacantes que ahora rodearán a Messi: "Me encantaría que Lio tenga el mismo impacto que tuve yo. Él tiene mucho más a favor de lo que yo tuve en el 86. Atrás de Lio hay un equipo y él tiene que ser la frutilla del postre. Si se buscan delanteros en el equipo del 86 no se encuentran: yo no era delantero, Burruchaga no era delantero, Valdano no era delantero... y llegábamos con facilidad al área. Ahora es diferente. Ojalá que Lio tenga un protagonismo bárbaro y se convierta definitivamente en el mejor de todos los tiempos".

"Del uno al diez, contra Nigeria el equipo estará a un 6,5... y después va a despegar", vaticinó. Su prudencia tiene fundamento. En los entrenamientos, Maradona ha practicado con unos titulares que nunca han salido juntos a jugar un partido. No confirmó que dispondrá un ataque con Tévez, Messi, Higuaín y De María pero admitió que solo en los últimos días ha extraído conclusiones definitivas: "La cancha te da el veredicto. Uno ve cómo se mueven, quién se sacrifica y quién no, quién corre, quién pasa la línea de la pelota, quién puede hacer daño arriba, quién puede contrarrestar un contragolpe contrario... Lo que hicimos fue tirarles la pelota encima a los jugadores y nos queda la tranquilidad de tener variantes para hacer un equipo que sea eléctrico, voluntarioso, que sepa lo que es el equilibrio, que sepa leer los partidos... Nosotros tenemos un mínimo de cuatro jugadores que leen los partidos increíblemente bien".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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