La demagogia cotidiana
Dice Mariano Rajoy, tan proclive a las frases grandilocuentes y vacías de contenido, que España ha perdido la soberanía económica. Rajoy sabe o debiera saber que ni en la época imperial, tan grata a su clientela, ha tenido España soberanía económica. El rey Felipe II se vio obligado a declararse por tres veces en bancarrota y confiscar la plata de Indias, con lo que sacrificó al país en el altar de la disparatada política dinástica heredada de su padre, acuciado por sus acreedores.
También sabe o debiera saber Rajoy que, cuando España entró en la UE y luego en la zona euro, renunciaba a su soberanía económica, como los demás Estados, para conseguir precisamente más seguridad económica. Algo tan viejo como la política internacional y los Estados, que Mariano Rajoy conoce o debiera conocer. Pero le interesa más ganar unas elecciones -algo que nunca ha logrado-, que sacar a su país del atolladero. Por eso hace demagogia barata.