Las cajas aceleran
La 'fusión fría' de Caja Madrid y Bancaja mejorará las opciones de ambas para prestar y capitalizarse
Las fusiones de cajas de ahorros se han acelerado en las últimas semanas, apremiadas por las advertencias de las instituciones internacionales, la presión del regulador bancario (Banco de España) y la próxima caducidad del Fondo de Regulación Ordenada Bancaria (FROB). Ayer, los consejos de Caja Madrid y la valenciana Bancaja se reunieron para analizar su integración en un Sistema Institucional de Protección (SIP) o fusión virtual que encabeza la caja madrileña y en el que además figuran Rioja, Ávila, Segovia, Laietana e Insular de Ahorros de Canarias. Con esta operación se formará el grupo de cajas más importante de España, con 338.000 millones de euros en activos, por delante de La Caixa y Caixa Girona. No es descartable que a medio plazo Caja Madrid y Bancaja se decidan por una fusión o absorción real, que vaya más allá de la fusión fría y formen una sola caja con una gestión única.
Aunque el tamaño financiero es un factor importante, el objetivo principal de la reestructuración financiera en marcha es consolidar los balances de las cajas mediante dos acciones concertadas: reducir los gastos de las entidades y recapitalizarlas. Conviene no perder de vista las causas que aconsejaron a casi todos los países poner en marcha planes de rescate bancario y que en el caso de España se concretaron en una reestructuración de las cajas de ahorros. El deterioro de los activos inmobiliarios llevó a las cajas españolas a frenar la concesión de préstamos, que estranguló la liquidez de empresas viables. Se trata de que las cajas de ahorros limpien sus balances y recuperen la fortaleza de capital necesaria para que estén en condiciones de mantener un flujo constante de crédito, dirigido a las pequeñas y medianas empresas sobre todo. Sin esa normalización del crédito, la recuperación de la economía es imposible.
Las fusiones, sean virtuales o defensivas, son solo el mecanismo que debe facilitar el ajuste del gasto en las cajas y su recapitalización. La operación de Caja Madrid con Bancaja, como las fusiones anteriores, será un paso adelante de gran importancia para el sistema financiero si crea las condiciones necesarias para que ambas entidades (y el resto de las asociadas) elaboren un programa racional de cierre de oficinas y procuren una mejora sustancial en sus ratios de capital.
Cuando se cierre la ventanilla del FROB no habrá terminado la reestructuración de las cajas. En primer lugar, porque tienen que decidir y ejecutar complicados procesos de ajuste y de capitalización en un momento financiero de extremas restricciones de crédito interbancario para las instituciones españolas. Hay que contar, además, con que algunas de las fusiones en marcha no cristalizarán en proyectos sanos; y para que las cajas culminen su "rescate" es imprescindible que el Gobierno se apresure con los cambios legales que refuercen sus recursos de capital. Las fusiones no lo son todo; queda un largo trecho por delante.
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