Del Everest a la formación

Hasta hace unos años, al general Francisco Gan no se le había pasado por la cabeza que sus experiencias al límite en la alta montaña o en las expediciones polares en las que ha participado pudieran resultarles útiles a ejecutivos en su trabajo diario. La verdad es que la idea de ejercer de conferenciante tampoco fue suya, sino del legendario base del Real Madrid y de la selección española de baloncesto de los años ochenta Juan Antonio Corbalán.

Fue después de una conferencia en la Sociedad Geográfica Española, hace siete años, cuando Corbalán, ya reconvertido en ejecutivo de la empresa de formación Make a Team, se le acercó a hacerle una propuesta. Le retó a convertir su exposición en un relato enfocado a un auditorio integrado por personas del entorno empresarial. "Hice un guión y aquí sigo", comenta Gan, que ayer ofreció una conferencia para empleados de la firma Everis de Valencia. "Lo que en un principio eran experiencias personales enriquecedoras para mí, se han convertido en relatos dirigidos a ayudar en cuestiones como la motivación, o la gestión de la adversidad", apunta. Aunque advierte que no vende recetas: "Simplemente, experiencias personales de problemas a los que me tuve que enfrentar y cómo los resolví, por si pueden servir de algo".

"Es fundamental aprender a tolerar la incertidumbre"

Desde luego, si hay algo que no le falta a la biografía de Gan son retos a los que haya hecho frente. Este general del Ejército, responsable de la Academia Militar de Zaragoza desde el mes de enero, es el tercer hombre en todo el mundo y el primer español que ha conseguido conquistar los llamados tres polos de la Tierra: el norte, el sur, así como coronar el Everest (ascensión que realizó sin oxígeno). Su pasión por el alpinismo le ha llevado de los Andes al Kilimanjaro, pasando por el Himalaya. En esta cordillera se encuentra el Shisha Pangma, recientemente conquistado por la alpinista Edurne Pasabán. Uno de los episodios más duros vividos por este montañero fue el descenso de esta cumbre, en la que falleció un compañero por agotamiento y donde él mismo sufrió congelaciones que le acarrearon amputaciones.

Gan suma a este historial, una extensa carrera militar en misiones en el extranjero (Bosnia, Kosovo o Afganistán), varias cruces al mérito militar y la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y una licenciatura de Ciencias Políticas.

Todo este bagaje es el que ha hecho de Gan un conferenciante cada vez más demandado. Pero ¿Qué puede aportar un militar aventurero a una persona que vive en entornos tan distintos como puede ser un ejecutivo en su despacho? "Aprender a trabajar en entornos reducidos con mucha presión", responde. "No es tan distinto estar en una montaña con cuatro amigos que estar encerrado en un despacho con cuatro compañeros cuando afrontas una situación de crisis", indica. "Nosotros nos dedicamos a tomar decisiones continuamente, en situaciones de riesgo, bajo mucha presión y de forma rápida" para lo cual, es fundamental aprender a "tolerar la incertidumbre".

Gan comenta que después de todas las experiencias acumuladas ha llegado a la conclusión de que en situaciones límite la gente "trabaja por quien tienes al lado, no por un objetivo". ¿Incluso en sociedades cada vez más individualistas? "Si no sacas los valores positivos no resuelves la crisis", sostiene. "Renunciar a la sinceridad, la generosidad o el altruismo puede resultar beneficioso a corto plazo, pero a la larga te garantiza fracasos".