Ajustes y austeridad enfrían los mercados

Los mercados de valores europeos siguieron ayer bajo el efecto de la resaca provocada por las explosivas declaraciones sobre la situación financiera de Hungría. Desmentidos y aclaraciones no lograron eliminar el efecto causado sobre los inversores, que continuaron sacando papel a los mercados, a la espera de que alguien solucione este entuerto.

La Bolsa española volvió a ser de las más perjudicadas por el ambiente de "posible insolvencia" que se vive en Europa, más porque su tamaño es adecuado para ataques de cualquier tipo que por el temor al impago de la deuda.

El Ibex 35 abrió la sesión marcando un nuevo mínimo anual intradía en 8.664,00 puntos, con una caída del 2,91%. A partir de ese momento las cosas se fueron aclarando en parte y el Ibex 35 conseguía subir un tímido 0,44% mediada la sesión, pero la incertidumbre con que abrió la Bolsa de Nueva York impidió conservar esa ventaja hasta el final. Al cierre, el Ibex 35 cedió el 1,44% para quedar en 8.795,30 puntos. Los valores medianos del mercado español cayeron el 1,85% y los pequeños el 1,73%.

Inversores y gestores ven con preocupación cómo se están poniendo las cosas para el sector bancario, en cuanto a su financiación, ya que el mercado interbancario está sufriendo numerosas presiones, al tiempo que el BCE tiene previsto retirar algo de liquidez del sistema en breve. Esas dudas sobre la situación de las entidades de crédito hicieron que ayer los cinco principales bancos cotizados, Santander, BBVA, Popular, Sabadell y Bankinter, marcaran mínimos anuales en su cotización, aunque todos ellos se recuperaron en parte a lo largo de la jornada.

Por lo demás, la sesión también estuvo influida por el anuncio de Alemania de sus medidas de austeridad para los próximos años, lo cual, lejos de animar a los inversores, les ha recordado que hay problemas en todos los países de la UE. Desde Londres también se reconocían serios problemas de déficit público y se auguraban duras soluciones para la población.

El ambiente no es, ni mucho menos, el mejor para la renta variable, aunque había quien recordaba que tan solo 15 meses atrás las cosas estaban mucho peor, con el Ibex 35 por debajo de los 7.000 puntos, y hasta ese nivel hay muchos soportes.