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La seguridad urbanística desata el interés de los inversores por Marbella

Los promotores se centran en colegios privados, clínicas y geriátricos de lujo

Juana Viúdez

La ansiada publicación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella (Málaga) está trayendo a la ciudad, además de la seguridad jurídica perdida durante la era GIL, numerosos inversores. Colegios privados, clínicas, residencias de ancianos de lujo y promotores han comenzado a mover sus proyectos, más confiados, ahora que cuentan con un documento urbanístico aprobado en todas las instancias. Quedaron atrás los temores a que 18.000 viviendas irregulares de la ciudad terminaran hechas escombros. El documento prevé la legalización de 16.500 de estas construcciones, prácticamente todas las que estaban habitadas, a cambio de compensaciones. "La marca Marbella vuelve a tener tirón", asegura el concejal de Urbanismo, Pablo Moro.

Varias empresas se interesan en construir VPO, un sector casi virgen
Los inversores piden a la Junta y al Ayuntamiento que colaboren

El Consistorio marbellí, gobernado por el PP, hace todo lo posible por reactivar su economía local. "Después de todo lo malo" -dice Moro remedando al novelista sueco Stieg Larsson y en referencia a los 15 años de gobierno del Grupo Independiente Liberal- "se ha añadido la crisis, pero esta ciudad tiene mucha fuerza".

A finales de 2009 se abrió una oficina del inversor con muy buenos resultados. "La respuesta ha estado por encima de nuestras expectativas. Hemos recibido una gran cantidad de solicitudes de información", comenta el edil de Urbanismo. Entre las empresas interesadas hay grandes y medianas superficies comerciales nacionales, clínicas privadas de las más reputadas, cinco centros de educación privada, residencias de mayores de lujo y constructores con ganas de levantar viviendas de protección oficial, un mercado prácticamente virgen en la ciudad. El Consistorio se esmera en "ser positivo" y "servir de correa de transmisión" para estas inversiones. También hay interés en construir un aeródromo, un museo de temas del mar y un circuito de velocidad de coches, asegura Moro.

La sede marbellí del Centro Andaluz de Emprendedores, dependiente de la Junta de Andalucía, ha recibido un 20% más de usuarios en el segundo trimestre de este año. "Se interesan especialmente por sectores que giran alrededor de la comercialización de viviendas, como el audiovisual, hacer videos buenas fotografías de las propiedades, o Internet, también para comercializar propiedades", destaca su director, Óscar Fernández. La entidad tiene siete empresas en lista de espera de la incubadora.

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Empresarios, políticos y turistas coinciden en que la ciudad sigue teniendo muchas posibilidades. Los años de saqueo sistemático de las arcas municipales no han podido arrebatarle su clima privilegiado. Tiene dos aeropuertos equidistantes, el de Málaga y Gibraltar, y la mayor planta hotelera de cinco estrellas de Andalucía.

"Está todo por hacer, pero el mercado tiene todavía que adaptarse a la situación actual", asegura Miguel Gómez Molina, presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT), asociación integrada por empresarios y profesionales de Marbella. Este empresario joyero no termina de entender que haya locales vacíos en un enclave como Puerto Banús porque los propietarios todavía no han reparado en que no pueden seguir cobrando unos alquileres tan elevados. "Hay que debatir qué ciudad quiere ser Marbella y situarla en el calendario mundial ligada a una cita anual ineludible", sugiere. En su opinión, la ciudad debería potenciar su centro histórico y apostar por la cultura como un elemento añadido. "Queremos que se haga un gran teatro en Marbella, un gran centro de arte contemporáneo".

La cooperación institucional sigue siendo fundamental para que la ciudad salga adelante. "Tanto la Junta como el Ayuntamiento tienen una responsabilidad enorme", dice Gómez. Algo que se olvida en el día a día, y conforme se acercan las elecciones. "En las reuniones, me gusta decirles que Marbella acaba de sufrir un gran incendio y que, aunque está apagado, hay que seguir controlando los focos".

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Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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