LAB se pronuncia por un proceso sin injerencias de ETA ni violencia

"Impulsaremos el cambio para que podamos ser dueños de nuestro futuro sin injerencias y sin ningún tipo de violencia". La secretaria general del sindicato abertzale LAB, Ainhoa Etxaide, reafirmó ayer en el pabellón Anaitasuna de Pamplona la declaración oficial de la nueva etapa de la izquierda radical en un acto sindical centrado en la crítica a la reforma laboral de Zapatero.

El acto, al que asistieron entre el público algunos de los dirigentes más relevantes de la izquierda abertzale -Rufi Etxebarría, Santi Quiroga y José Luis Moreno-, fue el primero de una serie de pronunciamientos que tendrán lugar en junio para reafirmar su papel de vanguardia del independentismo frente a ETA, su rechazo a la violencia y la invitación a la banda a que cese en su actividad.

La izquierda radical toma de referente el independentismo en Cataluña

En la izquierda abertzale, LAB juega un papel fundamental, ya que es la única organización legal de su entramado político y social. Además, es una pieza clave para arrastrar al sindicato mayoritario vasco ELA al movimiento soberanista que proponen como alternativa a un futuro sin violencia.

Para lograrlo, tanto LAB como la izquierda abertzale necesitan ganar credibilidad y reafirmar su rechazo a la violencia, porque el sindicato mayoritario vasco no entrará en ningún proceso de este tipo hasta que tenga garantías de que ETA no lo va a tutelar. ELA, que conoció esa experiencia en el proceso de Lizarra de 1998-99, y que fue la causa de su fracaso, no quiere saber nada de aventuras políticas si no tiene la constancia de que la banda no participa en ellas.

En la estrategia de la izquierda abertzale cuenta también la necesidad de reafirmar su papel de vanguardia del independentismo frente a ETA, para atraer al movimiento soberanista a partidos independentistas como Eusko Akartasuna y Aralar. Para ello necesita credibilidad. Sus dirigentes ya se han convencido de que es el único camino.

La izquierda abertzale utilizará frente a ETA la autoridad que le concede que la mayoría de sus bases hayan votado la propuesta de rechazo a la violencia, recogida en la declaración de Alsasua y reafirmada ayer en el mitin de Pamplona.

La izquierda abertzale utiliza cada vez más como referencia el brote de partidos independentistas en Cataluña, donde no existe desde hace mucho tiempo ninguna vinculación entre soberanismo y violencia. Sus dirigentes han establecido vínculos con los movimientos independentistas catalanes.

Fuentes de la izquierda abertzale insisten en que su propuesta de relanzar el movimiento independentista sin violencia es de largo recorrido, y que no tiene como objetivo las elecciones municipales de 2011, aunque no desdeñan la posibilidad de concurrir en ellas.

En ese sentido, el Gobierno ya ha dejado claro que no admitirá sus listas mientras ETA no haya desaparecido definitivamente o la izquierda abertzale haya hecho un desmarque claro del terrorismo.