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Reportaje:Día del Medio Ambiente

Un modelo turístico para Urdaibai

El Gobierno quiere basar el desarrollo de la comarca en una oferta coordinada

A Urdaibai se le llama la joya ambiental vasca, no en vano es la única reserva de la biosfera de Euskadi, declarada hace poco más de 25 años. Pero también es motivo de uno de los grandes conflictos institucionales en Euskadi, entre el Gobierno (encargado por ley de su gestión) y la Diputación de Vizcaya, que nunca ha aceptado estar al margen de la gobernanza.

Los 45.000 vecinos de sus 22 municipios, que ocupan una superficie de 22.000 hectáreas, han visto como en este cuarto de siglo se ha restringido su capacidad de actuación: en las zonas rurales no se puede construir salvo excepciones y actividades económicas como la forestal tienen grandes restricciones. La preservación natural ha tenido éxito pero el sacrificio para los residentes apenas ha tenido compensaciones. De hecho, en los 20 años desde que se aprobó el plan de protección de Urdaibai por parte del Gobierno, no se ha podido desarrollar ningún plan económico. El resultado es que la comarca se ha quedado casi sin tejido industrial, al perder más de 4.000 empleos en estas dos décadas.

Un informe sobre los problemas de la reserva pide implicar a los vecinos
"El Patronato, y no el Gobierno, debe dirigir Urdaibai", dice Medio Ambiente

Los datos son engañosos, porque el paro no es alto y la recaudación de impuestos ha subido un 226% desde 1990. Pero la mayoría de los vecinos se van a trabajar a diario fuera de la comarca. No hay un polígono industrial ni ningún proyecto concreto para atraer empresas.

El actual equipo del Departamento de Medio Ambiente ha anunciado un giro drástico en Urdaibai, que cumple además tres años sin un director-conservador, un puesto clave en cualquier reserva de la biosfera. Ha puesto en marcha la renovación profunda, por vez primera en sus 17 años de vigencia, del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de Urdaibai, uno de los dos pilares de las reservas de la biosfera. Es el que garantiza la protección de la naturaleza. El otro es el desarrollo socioeconómico, cuyo avance ha sido nulo.

En la renovación del PRUG, puesta en marcha en diciembre, se abordarán uno de los temas clave del conflicto institucional: la gestión urbanística. Medio Ambiente se ha mostrado dispuesto a ceder competencias a los ayuntamientos, lo que sería bien visto por la Diputación y el PNV pero que no complace a los ecologistas. "Sería poner al zorro a cuidar el gallinero", dicen.

El Gobierno tiene ya en sus manos un diagnóstico sobre los problemas de la reserva, encargado el pasado año, que se presentará próximamente. En el documento, se constatan los problemas institucionales de gobierno de Urdaibai, la necesidad de lograr una mayor implicación de la ciudadanía y crear un modelo turístico coordinado, algo que no se ha desarrollado nunca por increíble que parezca en una zona con tantas posibilidades turísticas. "Se ha asentado la concordia", opina Germán Alonso, director de Biodiversidad del Gobierno, quien ha asumido como principal reto desatascar el eterno conflicto de Urdaibai (acude semanalmente a la sede en Gernika) y acabar con el debate de la gestión. "A Urdaibai debe gobernarlo no el Gobierno sino el Patronato", donde están representados el Ejecutivo, la Diputación y los ayuntamientos.

Alonso anuncia, tras el diagnóstico realizado, la creación de un seminario con grupos de trabajo formados por técnicos de la Universidad, la Diputación o los ayuntamientos, de donde salgan propuestas para el nuevo plan de protección de Urdaibai. Este documento ha sido uno de los caballos de batalla, al toparse con la férrea oposición de los ayuntamientos de la comarca, casi todos gobernados por el PNV, que lo veían como una injerencia en los planes de expansión de sus municipios. "La tutela del Patronato va a continuar, pero la de él, no del Gobierno", insiste el director de Biodiversidad.

Alonso destaca que en el último año ha cambiado el funcionamiento del Patronato, que en sus 15 años de vida ha sido un órgano meramente administrativo, de concesión de permisos. "Hemos empezado a gestionar y tenemos en cartera ocho proyectos, como recuperar la marisma urbana de Gernika, un camino lento para viandantes y ciclistas por la marisma o la recuperación del observatorio de aves de Matxitxako. Queremos que se vea que hay una actuación positiva y que no seamos unos censores jurídicos de cuentas". Además, el Gobierno pretende aumentar la participación pública, y va a impulsar las llamadas actuaciones de custodia del territorio: contratos que realizan entidades privadas o públicas con dueños de parcelas (perciben una compensación) para preservar sus valores naturales.

Imagen aérea de la reserva de la biosfera de Urdaibai, con las marismas en primer plano, y la desembocadura de la ría al fondo.
Imagen aérea de la reserva de la biosfera de Urdaibai, con las marismas en primer plano, y la desembocadura de la ría al fondo.Pradip J. Phanse

El recelo de los colectivos sociales

En la reserva de la biosfera funciona el Consejo de Cooperación, un foro consultivo previsto en la ley de Urdaibai con la participación de una quincena de colectivos de la comarca de todos los ámbitos: ecologistas, culturales, sociales o sindicales. En teoría, era un órgano que iba a asegurar la participación ciudadana en la gestión de la reserva; la práctica le ha llevado a ser una figura decorativa. "La gente está quemada por todos estos años de atrás", asegura su actual presidente Jon Hidalgo.

Tal y como han coincidido ecologistas y otros grupos de la zona, la anterior legislatura, cuando Medio Ambiente estuvo dirigido por Esther Larrañaga (EA), "fue absolutamente decepcionante. Un desastre", agrega Hidalgo.

El año transcurrido con el nuevo equipo les lleva a un "estado de expectativa, aunque vemos que son lentos. Les está costando aterrizar. Algunas actitudes del Gobierno han cambiado. Son más pragmáticos y no están tan obsesionados con el tema de la gestión".

El presidente del Consejo de Cooperación afirma que el actual equipo de Medio Ambiente "parece que quiere potenciar un sector económico como es el turismo, que había sido desechado por los anteriores. Pretenden dinamizar la economía local a través del turismo organizado".

Jon Hidalgo resalta sobre todo la figura del nuevo director de Biodiversidad, que ha trabajado anteriormente en esta materia en otras comunidades autónomas. "Germán [Alonso] sabe de lo que está hablando, no como los anteriores, que seguro que no se preocupan ahora de estos temas. Es gestor y tiene buenas ideas". El presidente del foro asesor también hace autocrítica. "No somos especialmente activos y nos reunimos el día anterior al pleno del Patronato".

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