La Audiencia permite extraditar a Rabat a un miembro de Al Qaeda

La sección cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional autorizó ayer la extradición a Marruecos del presunto miembro del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), actualmente Al Qaeda en el Magreb Islámico, Mohamed Amin Achemlal, detenido en Marbella el pasado 22 de noviembre. Marruecos lo reclama por considerarlo un muyahidín combatiente en Afganistán que participó en la preparación de un atentando terrorista que finalmente no se perpetró. La última palabra la tiene ahora el Gobierno español.

Los cargos contra Achemlal se basan en la declaración de un presunto compañero suyo, Salah Eddine Benyaech, detenido en agosto de 2003 cuando pretendía entrar en Marruecos "con el objeto de perpetrar un acto terrorista". Meses antes, había participado en un encuentro en Marraquech "sobre la situación de los muyahidín" en ese país. Benyaech declaró a la policía que Achemlal era "uno de los combatientes en Afganistán junto con su hermano Abdelá Benyaech", que murió allí.

El tribunal rechaza que se trate de un perseguido político en su país

Benyaech y Achemlal, siempre según la declaración policial del primero, "habían convenido que Afganistán sería el lugar de formación donde se entrenaría a los elementos del GICM, ya que el movimiento de la yihad se encontraba allí".

El tribunal rechaza el argumento del acusado de que, en realidad, se trataba de "un perseguido político" por ser contrario al régimen marroquí y defensor de la democracia. Se trata, según los magistrados "de un alegato carente del más mínimo vestigio probatorio", según los magistrados.