El Ibex 35 se agarra a los 9.000 puntos
En los mercados de valores empieza a crecer la sensación de que ya se ha descontado casi todo, lo que, en versión de los analistas, significa que se vive una situación de sobreventa generalizada. Hay quien habla de un próximo rebote, quien de la excesiva influencia de cualquier noticia y, la mayoría, del miedo de los inversores, que ha hecho crecer la corriente vendedora incluso en pleno arranque de algunas economías.
En la Bolsa española, la sesión fue calcada de la del día anterior, con una caída inicial hasta la proximidad de los 9.000 puntos, debida a la actitud pasiva de los posibles compradores, y una subida gradual hasta el nivel del día anterior.
La apertura de la Bolsa de Nueva York, otra vez positiva, ayudó a los mercados europeos a soltar lastre, como ya sucedió el martes, y ha sido esa facilidad para cambiar de rumbo la que ha puesto en guardia a la inversión a corto sobre la posibilidad de un rebote.
El entorno internacional, con los problemas de Grecia y la deuda europea, primero, los tanteos para una creciente presión regulatoria sobre el sector financiero, después, junto con un posible desastre ecológico en el golfo de México y las más recientes tensiones, primero con Corea y ahora con Israel, han presionado sobre el ánimo de los inversores y les han impedido pensar en los mercados. Esa presión solo ha sido posible por la propia incertidumbre que se vivía en los mercados, producto de la crisis financiera y del deterioro de la economía real.
Visto así, el actual nivel de las cotizaciones parece atractivo a muchos inversores y provoca dudas, alentadas por el reciente enfriamiento en la recuperación de la economía. En la Bolsa española ha sido la relativa solidez de la zona de los 9.000 puntos, en la que ha rebotado el Ibex 35 en dos ocasiones, la que ha puesto en guardia a los inversores, aunque no hay que olvidar que, de no ser por el empuje de Nueva York, el Ibex 35 podría estar buscando soportes en niveles inferiores.
Esta sesión, con pocos datos económicos relevantes, favoreció la recuperación de la contratación en el Mercado Continuo, que superó los 3.000 millones de euros. Sin embargo, las operaciones del "mercado abierto" quedaron estancadas en torno a los 2.200 millones de euros, como muestra de las dudas que aún tienen los inversores.
