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El timador de las estrellas se escondía en el armario

Detenido por estafa el gestor de Silvester Stallone, Uma Thurman, Martin Scorsese y Annie Leibovitz

¿Qué pueden tener en común el actor que interpretó a Rambo y el hombre que desde la oscuridad movió los hilos de la guerra contra Vietnam? Aparentemente, nada, aparte de la obsesión contra los vietnamitas de ambos, Silvester Stallone en la ficción y Henry Kissinger en la vida real. Pues bien, tanto el actor como el ex secretario de Estado también compartían algo más: un asesor financiero que fue arrestado el pasado jueves. Su nombre es Kenneth Starr, (no confundir con el fiscal homónimo que arrastró al presidente Billy Clinton por el barro durante el caso Lewinsky) y ya se le ha bautizado como el nuevo Madoff, aunque sus delitos son proporcionalmente mucho menores que los cometidos por aquel. De momento parece que solo ha estafado 24 millones de euros frente a los 53.000 millones que dinamitó Madoff, que languidece entre rejas desde el 2009 con una sentencia de 150 años.

Las primeras cifras indican que se ha quedado con 24 millones de euros

Kenneth Starr, de 66 años, dueño del bufete Starr and Co, que emplea a unas 70 personas en Nueva York, vendía sus servicios como consejero financiero a cerca de 200 clientes, que confiaban tanto en él que le daban el control de sus fortunas. "Se hacía con la gestión de millones de dólares pertenecientes a sus clientes para luego apropiárselos indebidamente", según se indica en el acta de acusación difundida a la prensa por la fiscalía. El inculpado compareció este jueves ante el juez John Koeltl, que será quien lleve el caso, según indicaron fuentes judiciales.

Los clientes de Starr, acusado entre otras cosas de fraude y blanqueo de dinero, no abarcan todo el espectro económico como ocurría con Madoff sino que la mayoría son celebridades y miembros de la alta sociedad neoyorquina, desde Rachel Lambert Mellon, viuda del millonario y filántropo Paul Mellon, a la actriz Uma Thurman, que, al parecer, fue quien lanzó la voz de alarma. Según diversos medios estadounidenses, la protagonista de Kill Bill entró enfurecida en el despacho de Starr hace un mes reclamando un millón de dólares que había desaparecido de su cuenta para ir a parar a la del propio Starr. La actriz consiguió recuperar su dinero, después de que el inversor lo sacara de la cuenta de otro cliente, al más puro estilo Madoff, rey de la estafa piramidal. Uma Thurman canceló después sus negocios con él y comenzó a correr la voz sobre los métodos de Starr.

Antes que ella otras celebridades sospecharon que este abogado no era trigo limpio y retiraron los ahorros que habían depositado en sus manos. Entre ellos están el director Martin Scorsese, la escritora Nora Ephron e incluso la fotógrafa Annie Leibovitz, cuyas deudas ultimamente dan más titulares que sus fotos ya que tiene acreedores por todas partes. Sin embargo, Leibovitz abandonó a Starr hace tiempo. Ayer la fotógrafa podía declarar orgullosa: "No me sorprende nada su arresto. Seguiré esta noticia con interés. Ken Starr ya no me representa, hace tiempo que dejó de hacerlo". En cambio, otros, como el actor Al Pacino, no fueron tan rápidos de reflejos y hoy se cuentan entre sus víctimas, según informa el diario The New York Post.

El mayor estafado, según lo que contaba el viernes The New York Times, parece haber sido el joyero de los raperos Jacob Arabov, quien habría perdido, según la denuncia presentada por el fiscal, 12 millones de dólares. Arabov no solo es conocido por ser el creador de la ostentosa relojería que se utiliza en el mundo del rap sino por aparecer en muchas de las letras de ese género. Y por haber pasado recientemente por la cárcel acusado de blanquear dinero.

El jueves pasado, durante una rueda de prensa, el fiscal Bharara desveló que entre otras cosas Starr, casado con una stripper (por ella dejó a su primera mujer, enferma de esclerosis múltiple) y adicto a vivir por encima de sus posibilidades, utilizó siete millones de dólares de cuatro de sus clientes para financiarse un super apartamento con piscina propia y jardín en el Upper East Side de Nueva York.

La nota tragicómica llegó en el momento de su arresto: cuando los agentes federales se presentaron en su casa, se escondió en un armario. En voz baja, su mujer confesó: "Está en el piso de arriba". Starr ni siquiera se supo esconder bien: la punta de sus zapatos asomaba entre los abrigos. A los agentes les debió de parecer tan patético que fue una de las primeras noticias que trascendió.

Kenneth Starr.
Kenneth Starr.

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