Un salto adelante
Como en cada uno de sus tres discos anteriores, Mala Rodríguez da otro salto adelante, ambicioso y sin red. Envuelto en un concepto futurista, Dirty bailarina viene a decirnos que para conseguir lo que quieres hay que bajar al barro, arriesgarse. Lo reflejan sus letras, donde hay menos enfrentamiento con el mundo y más celebración del vive y deja vivir, del amor, de la belleza; también la producción del estadounidense Focus, sin miedo a tirar de bases electrónicas o pianos que parecen sacados del debut de The Streets; y la propia María, que rapea o canta según convenga para soltar muletillas pegajosas como ese deja que te coja que abre el álbum y no te suelta hasta que lo cierra el quejío de Estrella Morente
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