Las multas de tráfico también persiguen a la Guardia Civil
Conflicto entre agentes del instituto armado en Pontevedra
Hasta la Guardia Civil tiembla con las multas de tráfico. No valen excusas para justificar que se sobrepasen los límites de velocidad, ni siquiera que unos agentes pisen a fondo el acelerador para intentar que no se les escapen unos narcotraficantes. Ocurrió hace poco en Pontevedra, donde se ha desatado un conflicto dentro de la Guardia Civil, porque los agentes de investigación se quejan de que son perseguidos por sus compañeros de Tráfico.
Se acabó la vista gorda de los agentes de tráfico con sus colegas del instituto armado. Al menos en la provincia de Pontevedra, las sanciones llegan a la mismísima Dirección General de la Guardia Civil desde la Dirección General de Tráfico (DGT). El malestar es patente entre la mayoría de los guardias adscritos a la comandancia provincial, que acusan de "intransigencia" a los agentes del subsector de Tráfico. Algunos ya han tenido que dar más de una explicación a sus superiores al ser denunciados por cometer una infracción. "Es una situación incómoda, porque algunos emplean incluso malos modales cuando te paran. Aquí ya no funciona el compañerismo", comentan varios guardias afectados.
"Nos paran con malos modos. Ya no hay compañerismo", dice un afectado
Los ejemplos de las sanciones desproporcionadas son diversos. El más llamativo se produjo con el equipo de la Policía Judicial en Cambados, en la Ría de Arousa, mientras hacía un seguimiento a unos sospechosos de narcotráfico. Los guardias circulaban en un coche camuflado y con exceso de velocidad cuando fueron multados. En otra ocasión, un guardia circulaba en su coche particular porque acababan de avisarle de un juzgado para atender un caso urgente. "El motorista, como el dueño y señor de la carretera, le pidió el carné de conducir, pero el guardia le dio el profesional. Entonces, de malas formas le dijo: 'Le he pedido el carné de conducir'. Es una vergüenza, porque no somos guardias en horario de seis a dos", comenta uno de los afectados. Los guardias explican que esta situación se viene produciendo desde hace año y medio, cuando los agentes de tráfico "cambiaron de actitud y comenzaron a actuar a golpe de reglamento y con arrogancia", señalan. En un año se han tramitado más de 20 multas.
Este cambio coincide con la llegada a la dirección del Subsector de Tráfico de Pontevedra del capitán de la Guardia Civil Manuel Tejada, condecorado hace seis meses con la Medalla al Mérito de la Seguridad Vial. Muy considerado entre sus superiores, que lo califican como un hombre "entregado" a la defensa de la seguridad en las carreteras, Tejada, que no quiso hacer declaraciones a este periódico, ha dado órdenes de que se persigan las infracciones sin respetar privilegios. "El capitán ha amenazado con abrir expediente disciplinario a todo aquel que incumpla esas órdenes", afirma uno de los multados.
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