Agitado estreno en el Muvim

El nuevo director del Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat (Muvim), Javier Varela, amigo del presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, de quien depende el espacio, y sustituto de Romà de la Calle, dimitido en marzo como respuesta a la censura que sufrió la exposición de la Unió de Periodistes (por recoger el caso Gürtel), vivió ayer, a los dos días de ser nombrado, su primera protesta.

Un centenar de ciudadanos se concentró a la puerta del museo para expresar su rechazo a la salida del anterior director; a la forma de elegir a su sucesor ("a dedo"), y a las grandes líneas por las que Varela ha adelantado que transitará el Muvim (el objetivo, dijo, será aportar "nuevas glorias a España"). "Se carga todo el museo cuando ya había trazado una línea clara y diferenciada del IVAM y del resto de centros de la Generalitat", declaraba Álvaro de los Ángeles. "La gente que eligen no está preparada para dirigir un museo", añadió.

La concentración se convocó en 24 horas a través de las redes sociales

'México Ilustrado' ofrece un viaje por tres décadas de arte

La concentración se convocó en menos de 24 horas, por medio del boca a boca, correos electrónicos, Facebook y Twitter. "Ha sido muy improvisado. En parte porque la inauguración no ha sido anunciada en ningún sitio. Afortunadamente las redes sociales funcionan", comentaba Emilio Martínez, artista y profesor de Bellas Artes. La mayoría de los asistentes iba de negro. No hubo gritos. Ni pancartas. Solo una concentración pacífica para mostrar el rechazo "a la nefasta política cultural del Partido Popular", según el parco mensaje de la convocatoria.

En el interior del museo se abrían, entre tanto, dos exposiciones: México Ilustrado 1920-1950, cuyo comisario es Salvador Albiñana; y Nevant tinta. Se da la paradoja de que dimitido Romà de la Calle, el Muvim continúa con la programación que diseñó el ex director antes de convertirse en una víctima colateral del escándalo Gürtel.

Quien se acerque a ver México Ilustrado no notará, por tanto, grandes diferencias respecto a la trayectoria consolidada en el Muvim: se trata de un viaje por tres décadas imprescindibles del país norteamericano a través del dibujo, el grabado y el diseño (las disciplinas básicas del museo). Y a través de la obra de artistas como Dr. Alt, Diego Rivera, Miguel Covarrubias y Leopoldo Méndez inscritas en carteles, libros, revistas, mapas y otros objetos. Un trayecto que comienza en el momento en que la Revolución Mexicana empezaba a institucionalizarse (con la elección de Álvaro Obregón) y termina el año que Octavio Paz publicó El laberinto de la soledad.

Nevando tinta reúne "todos los carteles que nunca un cliente me ha encargado", según explicó el autor, el artista gaditano Fernando Medina.