Picasso contra Rusiñol

Entre 1899 y 1903, Pablo Picasso realizó 21 retratos de Santiago Rusiñol, casi todos dibujos o esbozos en los que plasmó el paso de la admiración a la crítica mordaz de una figura que entonces dominaba el entorno cultural catalán. Aunque no hay constancia de que Picasso se hubiera referido después a Rusiñol -sí hay testimonios de su admiración por Nonell y en sus inicios copiaba directamente de Ramon Casas-, la tesis de la exposición Picasso versus Rusiñol, abierta hasta el 5 de septiembre, es que fue el pintor y literato modernista el referente principal de la etapa de formación de Picasso en Barcelona.

Eduard Vallès, comisario de la exposición y conservador del Museo Picasso, destaca estos 21 retratos, algo inédito, y va desarrollando los posibles puntos de unión o de referencia de los dos artistas. Dada la diferencia de edad, de 20 años, entre ellos, siempre es Picasso quien, en todo caso, se mira en Rusiñol, aunque este fue uno de sus primeros coleccionistas, ya que adquirió seis dibujos en las "subastas" que realizaba el primero en la taberna Els 4 Gats.

En todo caso, más allá de la tesis y de la interesante comparación que se va estableciendo entre las obras de ambos, la exposición tiene otros puntos de interés paralelos que hacen imprescindible la visita. De entre las 145 obras que se exhiben, hay algunas excepcionales. El ámbito dedicado a la reivindicación de El Greco, de la que Rusiñol fue adalid, cuenta con el excepcional Retrato de un hombre, un óleo del maestro cretense que proviene del Metropolitan de Nueva York. También es un descubrimiento el hallazgo de un fragmento hasta ahora desconocido de la obra El abrazo (1900) que tiene el museo. El fragmento, también firmado, es de una colección privada y parece que se cortó al principio con el acuerdo de Picasso.