La Junta acusa al líder del PP de Córdoba de intrigar contra la fusión
La perplejidad sobre lo ocurrido en Cajasur no acaba de disiparse. Y a falta de argumentos lógicos que expliquen por qué la Iglesia de Córdoba prefirió la intervención de la caja a su fusión con Unicaja, el consejero de Economía, Antonio Ávila, aseguró ayer en el Parlamento andaluz que la decisión de la mayoría nucleada entorno a los canónigos del Cabildo es "incomprensible" porque "no "obedece a criterios racionales".
Ávila respondió a dos preguntas de PP y PSOE sobre la intervención de Cajasur por parte del Banco de España, en las que cargó contra el presidente del PP de Córdoba, José Antonio Nieto. Para el consejero, Nieto ha tenido un papel de liderazgo en este proceso "como gran conocedor de la política de contratación". También recordó que Nieto fue sancionado e inhabilitado por el Banco de España como miembro del Consejo de Administración de Cajasur en 2006.
El supervisor multó e inhabilitó a todo el consejo "para ejercer cargos de administración o dirección en cualquier entidad de crédito", tras detectar que los responsables de la caja habían maquillado las cuentas. Nieto dijo que no fue inhabilitado, sino que "exclusivamente" tuvo una sanción económica (10.000 euros).
La alusión de Ávila al conocimiento del presidente del PP a la política de contratación de la caja cordobesa era una mención indirecta a la contratación en el mes de julio pasado de la esposa de Nieto como empleada de Cajasur. En esa fecha, los canónigos, que entonces controlaban la caja, colocaron a otras personas en la entidad para amarrar sus apoyos.
