El Gobierno y el PNV apuran hoy la última oportunidad para un acuerdo
Los socialistas aprecian grandes diferencias entre los dos textos peneuvistas
Las comisiones negociadoras del Gobierno y el PSE, por un lado, y el PNV, por otro, sobre el borrador del plan Convivencia democrática y Deslegitimación de la Violencia celebran hoy una reunión decisiva. Los socialistas han rebajado sus expectativas de lograr un acuerdo tras recibir el pasado martes la última propuesta peneuvista. "El texto remitido no se corresponde con la responsabilidad de un partido de Gobierno", recalcó ayer el portavoz parlamentario del PSE y miembro de la comisión negociadora, José Antonio Pastor, al tiempo que recordó que el plazo límite concluye el 31 de mayo.
En el PNV el silencio fue total, tanto por parte de Joseba Egibar y la parlamentaria Maribel Bakero, identificada con sus planteamientos, como de los dos representantes de la mayoría en la ejecutiva del partido: los también parlamentarios Iñigo Iturrate y Aratnza Aurrekoetxea. El Gobierno y el PSE aprecian en esa conformación de la delegación peneuvista un juego de equilibrios internos que el líder del PNV, Iñigo Urkullu, consideró ayer públicamente "leyendas de los medios de comunicación". "Estamos en el tiempo de seguir hablando [con el Gobierno] de la cuestión", se limitó a decir, en la misma comparecencia en la que anunció el voto en contra hoy de su grupo en el Congreso al decreto ley de medidas de ajuste económico.
Urkullu: "Estamos en el tiempo de seguir hablando de la cuestión"
El contexto de la reunión de hoy incluye también el fuerte malestar socialista por la petición, realizada el martes por el presidente del PNV vizcaíno, Andoni Ortuzar, de "dejar en suspenso" la ley de Partidos para que la izquierda abertzale pueda presentarse a las elecciones de 2011. La impresión de las fuentes consultadas es que el PNV da cada vez más muestras de estar decantándose por el alejamiento del entendimiento y apostando por enfrentarse en cuestiones de principios.
La decisiva cita de hoy coincide con el debate en el Parlamento que seguirá a la explicación del recorte del gasto por el lehendakari, Patxi López, en el que el PNV aprovechará también para marcar distancias.
Tanto Pastor como el consejero de Interior, Rodolfo Ares, salieron ayer al paso de la idea de Ortuzar. "Es una aberración democrática y jurídica", afirmó el primero. La ley, "tan denostada por los nacionalistas", tiene el aval del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que la encontró idónea para combatir "comportamientos antidemocrátcios o justificativos de la violencia" y tendrá vigencia "mientras exista ETA", añadió. Ares emplazó al PNV a "no equivocarse una vez más" y a ser "exigente con los radicales abertzales".
Tanto el Gobierno como el PNV mantendrán hasta última hora el pulso y el secreto de los contenidos sobre los que discuten, éste último impuesto por el propio Urkullu tras su llamada telefónica al lehendakari del pasado 27 de abril para reconducir hacia la negociación el inicial rechazo frontal peneuvista y su petición de retirada del texto.
El Ejecutivo y el PSE aprecian ahora una gran distancia, tanto en contenido como en tono, entre el documento que entonces les envió el presidente peneuvista fijando las condiciones de su partido y el remitido anteayer. En todo caso, mantienen la intención de explorar hoy hasta el último reconveco en busca de un acuerdo, aunque sea parcial. El documento del PNV tiene, consideran los mismos medios, partes discutibles y otras directamente inabordables. Y encuentran el texto particularmanete distante, tanto del documento enviado a principios de este mes por Urkullu, como de lo hablado en las citas anteriores. El Gobierno acude a la reunión a dilucidar en cuáles se centra y pone la importancia hoy de viva voz la delegación peneuvista.
Más cigarras y hormigas
Además del plan de Convivencia, la economía fue ayer el otro frente de conflicto entre socialistas y peneuvistas. Horas antes de que el PNV precisase que votará hoy en contra en el Congreso del decreto-ley con las medidas de ajuste, el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, arremetió con dureza contra las tres diputaciones.
Pastor reclamó a las tres instituciones forales, todas ellas en manos del PNV, que hagan sus "deberes", como a su entender ya cumple el Gobierno, y dejen de aprovechar la crisis para realizar nacionalismo económico. El dirigente socialista calificó directamente de "bobada" la metáfora empleada recientemente por el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, para diferenciar ante el ajuste a la cigarra (española) de la hormiga (vasca). "Algunas hormigas supuestamente previsoras no lo han sido tanto o lo han sido menos que algunas supuestas cigarras españolas que, a la hora de la verdad, han derrochado bastante menos", añadió.
Pastor recalcó que "algo tendrán que hacer las diputaciones en la tarea de eliminar chiringuitos que no aportan nada a nuestra sociedad y algunos de los cuales son, como se está comprobando, centros de corrupción política", en transparente alusión al caso De Miguel.
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