El Guggenheim compró al contado 20 millones de dólares por teléfono
El Tribunal de Cuentas censura las deficiencias en la gestión del museo
Las dos sociedades instrumentales del Museo Guggenheim, creadas por las instituciones vascas para gestionar la colección de arte y el edificio, no han respetado la legalidad en su gestión económica. Los informes aprobados por el Tribunal Vasco de Cuentas Pública sobre ambas sociedades, correspondientes a los ejercicios de 1999 a 2007, recalcan el incumplimiento de la normativa contable y la presentación de cuentas que no reflejan su situación financiera y patrimonial. El máximo órgano auditor de la comunidad autónoma confirma además con rotundidad el descontrol en la gestión de la pinacoteca que reveló la comisión parlamentaria de investigación sobre las pérdidas de más de siete millones de euros en operaciones de cambio de divisas.
El tribunal aprecia incumplimientos de la legalidad en 140 expedientes
Cearsolo, condenado por desfalco, hacía gestiones sin la menor autorización
La Sociedad Tenedora, encargada de comprar la colección de obras de arte, ordenó por teléfono operaciones de compra de dólares al contado por importe de 20,1 millones de dólares (16,44 millones de euros al cambio actual). Por el mismo método se contrató un préstamo de 6,8 millones de dólares (5,56 millones de euros). En ninguno de los casos se ha podido establecer quién lo autorizó.
El apoderado de la sociedad y director general del museo, Juan Ignacio Vidarte, alegó que se trata de operaciones ordinarias que estaban encomendadas al entonces director financiero, Roberto Cearsolo, quien no contaba con autorización para hacerlo. Cearsolo, condenado por desfalco, tampoco estaba autorizado para realizar otras operaciones, tanto en la Tenedora como en la Inmobiliaria (la sociedad propietaria del edificio de la pinacoteca), de cuya autoría sí quedó constancia, como órdenes de pago o abonos a la agencia aduanera, entre otras.
El informe sobre la Tenedora considera contrario a su " objeto social" la asunción de las perdidas de 800.000 euros ocasionadas por la cesión de dos operaciones de opciones de divisas en 2003 que habían sido suscritas por la Fundación Guggenheim. Vidarte, a la vez apoderado de la Tenedora y director general de la fundación, decidió la cesión en 2003 de ambas operaciones por importe de 1,5 millones cada una, de forma que la Tenedora asumió las pérdidas en beneficio de la fundación.
Los votos de los consejeros nombrados a propuesta del PNV y del PP aprobaron el informe sobre la Tenedora. Los dos consejeros propuestos por el PSE -José Miguel Bonilla y Mariano García- presentaron un voto particular en el que critican la contratación de operaciones de opciones sobre divisas por considerarla que es una "operación arriesgada" de "especulación" para la que Vidarte no estaba autorizado. "El apoderado no está capacitado para realizar inversiones especulativas que ponen en peligro la consecuciçon del único objeto social de la Tenedora y que son contrarias a los fines para los que las instituciones suscriben ampliaciones anuales del capital social", señalan.
Desde su creación en 1995, el Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya han aportado a la Tenedora, de la que ambas instituciones son socias al 50%, cerca de 100 millones de euros para comprar obras de arte.
Los consejeros que discrepan del informe aprobado creen que la Tenedora suscribió las opciones sin existir riesgo de cambio, no vigiló la evolución del dólar para tomar decisiones sobre las operaciónes pendientes y negoció las renovaciones a peor tipo de cambio que el vigente en cada momento. Consideran, además, que las operaciones suscritas no pueden considerarse cambio de divisas por tratarse de "derivados financieros, en mercados no organizados y con alto nivel de riesgo".
El informe de la Inmobiliaria se aprobó por unanimidad.
En ambos informes de fiscalización el Tribunal reprocha la falta de control interno y las deficiencias en los mecanismos de gestión "al centralizarse la gestión y el control financiero, contable y económico, y la custodia directa de la documentación y los libros contables en una misma persona". Y recuerda que no hubo auditoría de cuentas de 1999 a 2006.
Irregularidades en la contratación
El informe de fiscalización realizado por el máximo organismo auditor vasco sobre las cuentas de la Fundación Guggenheim Bilbao entre 1999 y 2007 constata irregularidades de menor calado que los realitivos a sus dos sociedades instrumentales: la Tenedora y la Inmobiliaria. El informe concluye que la Fundación ha cumplido "razonablemente en los ejercicios de 2002 a 2007" la legalidad. Con respecto a los ejercicios de 1999 a 2001, el tribunal no puede pronunciarse porque no recibió del museo la documentación necesaria. El Guggenheim alegó que, según lo dispuesto en el Código de Comercio, no conserva ese material más de seis años.
En los tres primeros años fiscalizados, por ejemplo, no se ha podido comprobar si se respetó la normativa en el proceso de selección y contratación de 20 personas. Las irregularidades más frecuentes afectan a incumplimietos en los principios de publicidad y concurrencia en las contrataciones o a carencias en la documentación sobre las ofertas de los adjudicatarios. En conjunto, el órgano auditor aprecia incumplimientos de la legalidad en 14O expedientes de contratación.
La opinión del tribunal sobre las cuentas de la Fundación resulta favorable, pero la excepción vuelve a darse con las operaciones de opciones sobre divisas. El informe aprecia que las cuentas de 2002 no contienen información alguna sobre las opciones por importe de 6,2 millones de dólares que fueron firmadas en ese ejercicio y que a 31 de diciembre quedaban pendientes de vencimiento. En 2003, la operación se saldó con perdidas de más de 885.000 euros por el ejercicio de una de las opciones. El resto fue cedido a la Tenedora.
El voto particular de los consejeros nombrados a propuesta del PSE incide en el caracter especulativo de las opciones sobre divisas: "No tienen relación con la operativa de la entidad".
Los informes de la Fundación y la Tenedora contaron con un voto recurrente de los consejeros propuestos por el PNV en el que defienden los poderes de Juan Ignacio Vidarte para formalizar las operaciones de opciones sobre divisas.
La Tenedora
- "La Tenedora aceptó la cesión por la Fundación de dos operaciones de opciones de divisas (...) Esta cesión, suscrita por la misma persona que representa a las dos partes, le supuso a la Tenedora asumir (...) unas pérdidas (...), asunción (...) contraria al objeto social".
- "Se han detectado múltiples operaciones firmadas por el director de Administración y Finanzas de la Fundación, persona no autorizada para ello".
- "No hemos podido comprobar la persona que autorizó operaciones de compra de dólares al contado por (...) 20,1 millones".
- "La Tenedora no ha cumplido la normativa legal que regula su actividad económico-financiera durante los ejercicios 1999 a 2007".
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