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Las instituciones ensalzan a las víctimas como símbolo de convivencia

Formalizado el acuerdo para celebrar el Día de la Memoria

Acercar las víctimas a los ciudadanos, recordarlas como una"obligación moral" y convertir su memoria en "la seña de identidad de un nuevo tiempo de convivencia". Tales serán los objetivos del Día de la Memoria, que comenzará a celebrarse el próximo 10 de noviembre.

El acuerdo firmado ayer por representantes del Gobierno, el Parlamento, las tres Juntas Generales y los ayuntamientos, a través de Eudel, supone un compromiso por el que todos los años en esa fecha se sucederán declaraciones en recuerdo de las víctimas del terrorismo y ofrendas florales en lugares ligados a ellas.

De esta forma se busca ampliar los actos a todos los rincones de Euskadi -la jornada quiere complementar el Mapa de la Memoria, la iniciativa institucional para que los consistorios en que han sido cometidos asesinatos terroristas recuerden a las víctimas- y llevar a pie de calle el recuerdo que en los últimos años se concentraba en un único homenaje anual.

La celebración será otra herramienta para deslegitimar el terrorismo

El consejero de Interior, Rodolfo Ares, destacó esta jornada como "la mejor manera de recordar a las víctimas". Su memoria se califica en las primeras líneas del documento suscrito como "la seña de identidad de un nuevo tiempo de convivencia basado en el respeto y la libertad".

La citada fecha supondrá una herramienta más para la "deslegitimación ética" del terrorismo, según recalcó la presidenta de las Juntas Generales de Vizcaya, la peneuvista Ana Madariaga. La formalización de esta jornada llega mientras se sigue elaborando el texto el plan Convivencia Democrática y Deslegitimación de la Violencia. Madariaga destacó la formalización de esta jornada como una "obligación moral" además de legal.

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La Ley de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo establece que las instituciones deben promover su recuerdo. En este sentido, la presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, ensalzó la importancia de reparar "el olvido y la indiferencia" a los que han sido sometidas las víctimas en muchos momentos.

En la presentación del acuerdo, los presidentes de las tres Juntas Generales recalcaron que ese día se recordará a todas las víctimas de grupos terroristas, no sólo a las de ETA. Este punto fue el que hizo que tanto Aralar y EA diesen la espalda en el Parlamento a la iniciativa, ya que ambos grupos entienden que la jornada puede generar "agravios" entre las víctimas. El acuerdo firmado subraya que la jornada supondrá "un aniversario que no sea de nadie en particular" y que pertenezca a todos.

El 10 de noviembre ha sido elegido al ser uno de los pocos días del año en que no se produjo ningún atentado mortal. El presidente de Eudel, Jokin Bildarratz, recordó que en tal día como ayer fueron asesinados en 2001 Santiago Oleaga, director financiero del Diario Vasco, y en 1989 dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía y un ertzaina que intentaban desactivar un coche bomba. La presidenta de las Juntas de Guipúzcoa, Rafaela Romero, recordó también a las más de 42.000 personas que siguen hoy viviendo bajo la amenaza de ETA.

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