La tuneladora del AVE causa graves daños en una nave industrial en Girona
El edificio presenta grietas y quedó inundado por 100.000 litros de barro
Primero manó barro del suelo, luego humo, y acto seguido las paredes empezaron a crujir. Ocurrió ayer a las cuatro de la tarde en la nave industrial que Carmen Serrano, de 47 años, tiene alquilada en el polígono de Mas Xirgu, en Girona. La mujer salió corriendo. Pensó que le caían encima las cuatro paredes. Al final el edificio aguantó. La nave sufre desde el domingo grietas en suelo y paredes a causa de las obras del AVE. El Adif, la empresa que se encarga de la construcción del túnel, asegura que no hay daños estructurales.
La culpa es de la tuneladora Gerunda, que llegó a la ciudad el 21 de abril. Ese día empezó a perforar el túnel que ha de cruzar Girona de punta a punta para que pase el tren de alta velocidad que está previsto que una Barcelona con Figueres en 2012. Sólo lleva 200 metros excavados, pero ya ha causado el primer problema. En este caso, se debe a una junta de dilatación, es decir, una grieta del suelo por donde se ha colado una arcilla llamada bentonita que la máquina suelta a medida que taladra el subsuelo. Esa arcilla ha subido por la tierra, ha topado con el pavimento de la nave y lo ha roto para poder salir. El Adif insiste en que no hay daños estructurales en la construcción y sospecha que la rendija por la que se ha colado el barro forma parte de un pozo subterráneo.
A primera hora de la mañana de ayer, tanto la alcaldesa de Girona, Anna Pagans, como su concejal de Movilidad, Isabel Salamaña, y el director de la obra del Adif en Girona, Carlos Javier Martínez, daban por controlada la fuga en la nave donde Carmen y su marido, Jaime Lucena, de 47 años, tienen una empresa dedicada a la maquinaria de frío industrial.
Pero a las cuatro de la tarde las paredes se pusieron a crujir, las cajas a moverse y las estanterías a tintinear. Carmen y su nuera Beatriz Jiménez, de 27 años, que en ese momento seguían limpiando el barro, temieron lo peor. Pero no solo ellas. "Había tres trabajadores del Adif que también han salido corriendo", contó ayer Carmen. Al poco, llegaron la policía y dos coches de bomberos, y se acordonó la zona.
El responsable de infraestructuras del Adif, Mauro Bravo, explicó que el temblor se debió al funcionamiento de la tuneladora. La máquina excava primero y luego se detiene para colocar unas anillas de hormigón alrededor del suelo. Al empezar de nuevo a perforar, la bentonita brotó de nuevo por las grietas del pavimento, lo que causó el temblor.
"Estamos amargados, tenemos nuestro futuro dentro de esa nave", lamentó Serrano. Tanto ella como su marido llevaban despiertos desde el domingo, cuando a las ocho de la tarde trabajadores del Adif llamaron a Jaime para advertirle de que algo no funcionaba como era debido. El hombre estaba viendo la televisión en su casa y tuvo que salir corriendo para limpiar los 20 centímetros de barro. A las siete de la tarde de ayer todavía no se había acostado.
La familia calcula que el incidente les ha causado pérdidas de entre 80.000 y 100.000 euros. A causa del barro, han tenido que tirar parte de la maquina y trasladar otra a una nave de la que el Adif se hará cargo.
A las grietas en el suelo y en las paredes, además del baño apuntalado, se suman el cansancio, la impotencia y el hecho de de no estar seguros por completo de que la nave no se vaya a desplomar. El Adif insiste en que la estructura no está dañada. Ayer a las siete de la tarde los operarios habían sacado casi 100.000 litros de barro y bentonita.
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