Una capitalidad en suspenso

"Ahora no es el momento. Tenemos problemas más importantes en el país, pero no renuncio al reconocimiento expreso de Vitoria como capital de Euskadi". Así de rotundo se mostró ayer el alcalde vitoriano, Patxi Lazcoz, cuando se le preguntó por esa reclamación que abandera desde que se puso al frente del consistorio hace tres años. Durante una entrevista en el programa A vivir que son dos días Euskadi de la SER, Lazcoz rechazó el planteamiento del PP de que Vitoria reciba una contraprestación económica por acoger las institutuciones comunes del País Vasco (Gobierno y Parlamento). "Hay que ser prudentes. Nadie entendería hoy esta reclamación, cuando nuestra principal preocupación es salir cuanto antes de la crisis económica", argumentó.

La ciudad celebra hoy los 30 años de su declaración como sede institucional

Vitoria celebra hoy de manera significativa por vez primera su condición de sede de las instituciones comunes, aprobada hace ahora 30 años. Ayer comenzaron los actos con un concierto de Melendi, un guiño a los orígenes mestizos de esta ciudad que ha pasado de los 50.000 habitantes de 1950 a los algo más de 235.000 actuales. Y hoy Oskorri actuará en la Plaza Nueva, después de la recepción a autoridades y representantes de la sociedad en el Artium.

El lehendakari, Patxi López, residente en la capital desde hace un año, presidirá los actos oficiales. También acudirá Odón Elorza, alcalde de San Sebastián, aunque no lo hará Iñaki Azkuna, primer edil de Bilbao.

Azkuna se niega a reconocer la reclamación de la capitalidad de Vitoria, frente a Elorza, quien hace unos días lo asumía con su habitual aplomo: "Por supuesto, Vitoria es la capital de Euskadi, no me cabe duda", apuntaba.

Lazcoz lamentó ayer que su homólogo bilbaíno no le haya comunicado las razones de su ausencia a los actos oficiales. "¿Pero, alguien se extraña de que Azkuna se vea en la obligación de justificar su agenda?", añadió con cierta retranca.

Desde su llegada a la alcaldía, Lazcoz ha esgrimido la capitalidad de Vitoria como una muestra de orgullo ciudadano. "Somos una ciudad con suerte y no la habíamos sabido aprovechar: la importancia de ser la sede de las instituciones comunes de toda Euskadi, el gozar de la condición de representante del conjunto de la ciudadanía vasca", sostuvo. Hablaba en representación de todo el pleno municipal, que le ha respaldado sin fisuras en este asunto.

Ahora bien, conoce las reticencias que su propuesta ha levantado en los partidos fuera de las fronteras alavesas y, sobre todo, en Vizcaya. Así que, entre la crisis y la falta de consenso, el debate permanece aparcado. "Sólo quiero que cuando se promueva la ley en el Parlamento vasco, goce del mismo respaldo que ha tenido en el Ayuntamiento de Vitoria, el de todas las fuerzas políticas", apuntó ayer. No son necesarios sondeos de urgencia entre los partidos en la Cámara. La capitalidad, de momento, habrá de esperar.