El Gobierno ofrece a la oposición un plan de reconciliación
El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, ofreció ayer una rama de olivo y se comprometió a poner en marcha un proceso de reconciliación nacional para curar las profundas divisiones políticas que vive el país, que han desembocado en los violentos enfrentamientos registrados entre los camisas rojas y las fuerzas de seguridad en los dos últimos meses, con un balance de 83 muertos y más de 1.800 heridos. "Queridos ciudadanos, todos vivimos en la misma casa. Ahora, nuestra casa ha sido dañada. Tenemos que ayudarnos unos a otros (...) y restaurar la unidad entre el pueblo tailandés", dijo en una comparecencia televisada.
Abhisit aseguró que el orden ha sido totalmente restablecido en Bangkok, donde más de un millar de soldados, apoyados por blindados, lanzaron el miércoles un contundente ataque contra el campamento que miles de manifestantes habían instalado desde hacía semanas en el centro de la ciudad. La intervención se saldó con la rendición de los líderes del movimiento, la muerte de 15 personas y una ola de vandalismo y saqueos en varias partes de la ciudad durante la cual ardieron más de 30 edificios. Los camisas rojas denuncian que Abhisit llegó al poder de forma ilegítima.
El primer ministro Abhisit evita hablar de elecciones anticipadas
El primer ministro volvió a poner sobre la mesa el plan de reconciliación propuesto a principios de mayo, que consta de cinco puntos: respeto a la monarquía -una petición que viene tras las acusaciones del Gobierno de que algunos líderes de los camisas rojas buscan derrocar la institución-; reformas para luchar contra las injusticias sociales, creación de un organismo independiente que supervise la imparcialidad de los medios de comunicación, una investigación de la reciente violencia política y reformas que podrían incluir una modificación de la Constitución y la revisión de la prohibición de participar en la vida política a los aliados del ex primer ministro Thaksin Shinawatra.
La oferta, que incluía también la celebración de elecciones anticipadas en noviembre, se vino abajo después de que los manifestantes realizaran peticiones adicionales. Abhisit no mencionó ayer las elecciones. El ministro de Finanzas, Korn Chatikavanij, dijo en Japón que la posibilidad de comicios en noviembre está, de momento, en suspenso.
Los soldados, que continúan desplegados en el centro de la capital, inspeccionaron ayer una decena de edificios en busca de explosivos y armas abandonadas por los camisas rojas en su huida. El toque de queda en vigor finaliza mañana. "Podemos reparar rápidamente las calles, pero no sabemos cuánto tardarán en curar los corazones y las mentes heridos de la gente", dijo Sukhumbhand Paribatra, gobernador de Bangkok.
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