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El servicio de limpieza comienza a recoger la basura amontonada en Santiago

Tras doce días de huelga, los trabajadores del servicio de limpieza de Santiago y la empresa Urbaser alcanzaron ayer un acuerdo con efectos inmediatos. Por la noche, ya se comenzaron a retirar, desde el centro hacia afuera, las más de 700 toneladas de basura que se acumulaban en las calles de la ciudad. Un servicio que se reforzará hoy con la llegada de personal de la empresa pública Tragsa, que se encargará de limpiar los barrios y las zonas rurales del municipio. Será la concesionaria Urbaser la que pague la factura.

Los trabajadores aprobaron el acuerdo por unanimidad en una asamblea celebrada a las ocho y media de la tarde de ayer. El presidente del comité de empresa, Valentín Nieves, consideró el convenio "satisfactorio". Las nuevas condiciones de los trabajadores incluyen un fin de semana de libranza al mes, que comenzará a ser efectivo el próximo año, frente a los dos que pedía el comité de empresa. El documento, firmado por cuatro años, recoge también una subida salarial del 0,8%, acorde con el IPC, y que se garantice la paz social que se derivaba del anterior convenio. Esto es, que se regule mediante una norma la cobertura de vacantes y las promociones de ascenso.

La negociación, que se alargó más de siete horas, comenzó después de que la empresa readmitiese a tres trabajadores que fueron despedidos el pasado jueves. Uno de ellos por ser identificado con una lata de gasolina, y, por lo tanto, relacionado con la quema de contenedores que se produjo durante toda la huelga, y los otros dos por bajo rendimiento. En la madrugada del viernes ardieron en la ciudad seis nuevos contenedores. En los doce días de paro se quemaron más de 160.

Por la mañana, el alcalde de la ciudad, Xosé Sánchez Bugallo, deseaba que de esta huelga se extraiga una "enseñanza" para el futuro. "Esperemos que esto sirva para que no se vuelva a convocar una huelga sin antes agotar la vía del diálogo y sin que exista una causa justificada para la convocatoria del paro", señaló el alcalde.

Basura desperdigada por la quema de un contenedor en la calle Castiñeira, en el borde del casco histórico de Santiago.
Basura desperdigada por la quema de un contenedor en la calle Castiñeira, en el borde del casco histórico de Santiago.PATRICIA SANTOS
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