Prisión sin fianza para la mujer que asfixió a sus hijos en Lloret

La parricida de Lloret, Lianne Angela Smith, temía perder la custodia de sus hijos después de que encarcelasen a su marido, acusado de abusos sexuales a menores cometidos en el Reino Unido. Por eso los cogió, se los llevó a un hotel y los asfixió con una bolsa de plástico. El juez decretó ayer prisión sin fianza y comunicada para la mujer, que está acusada de asesinar a su bebé de 11 meses y a su niña de cinco años. En la exploración a la que fue sometida tras ser detenida por el doble crimen, Smith no mostró ningún síntoma de que sufra algún tipo de trastorno psicológico.

El magistrado añade que existe riesgo de fuga, teniendo en cuenta que la mujer ya se escapó junto a su pareja de la justicia británica a finales de 2007. El hombre y padre de los dos niños, Martin Anthony Smith, está acusado de 13 delitos por abusos sexuales a menores y ocupaba el lugar 34 de la lista de los más buscados en el Reino Unido. Ambos se refugiaron en Barcelona, donde el hombre fue detenido el 7 de mayo. El mismo martes en el que la madre asesinó supuestamente a los dos niños, el magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ordenó el traslado al Reino Unido del presunto pederasta.En 10 páginas, el juzgado de instrucción número 3 de Blanes (La Selva) detalla minuciosamente lo que ocurrió en la habitación 101 del hotel Miramar de Lloret de Mar, donde el martes a las dos de la tarde la policía halló los cadáveres de dos niños encima de la cama. La detenida les mató supuestamente porque "empezó a sospechar que los servicios sociales la podían estar siguiendo con el fin de retirarle la custodia de sus hijos". Eso la hizo huir de Barcelona e instalarse en Lloret de Mar.

La presunta parricida estaba "consciente, orientada y era conocedora de la situación", según recoge el auto, y manifestó "espontáneamente haber matado a sus dos hijos". En la habitación hallaron también notas en la que se inculpaba del crimen. La detenida se negó a ver cómo cubrían los cadáveres y se los llevaban al Instituto de Medicina Legal de Girona porque, les dijo a los agentes, ya se había "despedido de sus hijos".

El sábado empezó la infernal huida. Martin Anthony Smith ya estaba en Madrid a la espera de la resolución de la Audiencia Nacional. La mujer se encontraba en Barcelona, sola, sin ningún familiar cercano al que acudir. El jueves anterior la policía había sorprendido en la puerta de su casa al presunto pederasta y lo había detenido. La noticia había corrido en los medios españoles e ingleses: uno de los pederastas más buscados del Reino Unido había sido detenido en Barcelona.

Lianne Angela Smith decidió entonces alquilar un coche. No avisó a la niñera que se encargaba de cuidar a los dos críos, Gemma M. B., a pesar de que vivían todos juntos en la calle de Travessera de Gràcia, número 368. Sin mediar palabra con nadie, condujo más de una hora hasta Lloret de Mar. Allí alquiló la habitación 101 del hotel Miramar, en el corazón del municipio, y pagó por adelantado cuatro días.

Al final, sólo se quedó tres días. El martes colgó el cartel de "No molestar" en la puerta. A las dos de la tarde, la mujer llamó a la recepción y les pidió que avisasen a unos médicos. Cuando llegaron, se encontraron en la cama dos menores, un bebé de 11 meses y una niña de cinco años, tumbados, pálidos. Estaban muertos. Su madre confesó después que los había matado asfixiándoles. Les metió presuntamente la cabeza en una bolsa de plástico, según el auto judicial, hasta asesinarlos. Además de contarlo a los Mossos d'Esquadra, la mujer dejó notas inculpándose del crimen.

La policía bajó a Lianne Angela Smith a la entrada del hotel. La sentó en un sofá. Allí se mostró fría, serena, según algunos trabajadores, que dedujeron que se encontraba en estado de shock. La policía se la llevó a la comisaría de Blanes y, después, la trasladó de vuelta a la habitación del hotel para hacer con ella presente la reconstrucción del crimen y el levantamiento de los cadáveres. Mientras, en la puerta, decenas de medios de comunicación esperaban su salida.

La noche del martes y el miércoles los pasó en la comisaría de Blanes, donde avisó de que se quería quitar la vida. El jueves le tocó viajar de nuevo a Barcelona, hasta el piso en el que, al menos los últimos cuatro meses, había compartido vida con el padre del menor de sus hijos muertos. Ese mismo día, la autopsia confirmó que no había indicios de que los dos menores muertos hubiesen sido violados.

En Barcelona, la detenida trabajó como profesora de inglés unos meses para ganarse la vida. El tiempo en el que la pareja convivió en la capital catalana, Martin Anthony Smith apenas salía a la calle por miedo a que le descubriesen los agentes. Existía contra él una orden de búsqueda y captura. Algunos vecinos incluso ni siquiera habían visto nunca al presunto pederasta, sólo se referían a Lianne con su carrito y su hija de cinco años de la mano.

Ayer por la mañana, la mujer pasó a disposición judicial. No había otra opción posible, se habían agotado el tope de las 72 horas en las que una persona puede estar detenida por la policía. Por la mañana la mujer compareció en el juzgado de instrucción número 3 de Blanes y relató de nuevo que había matado a sus hijos asfixiándoles con una bolsa de plástico. A las cuatro y media de la tarde, el juez decretó la prisión provisional sin fianza y comunicada.

Lianne Angela Smith se enfrenta a dos delitos de asesinato, castigados cada uno con penas de 15 a 20 años de cárcel. Todo apunta a que le espera una larga temporada entre rejas.